La relación más tenía de desconfianza que de tolerancia. George Michael no soportaba a la prensa y podría decirse que tenía razón. El escándalo lo perseguía y él llegaba al escándalo por lo que siempre llamaron ‘excesos’: velocidad, drogas, depresión, amores ocultos, amores intensos y libres.

En 1998 un policía disfrazado descubrió la homosexualidad del artista que murió el 25 de  diciembre, y él estuvo en la portada de los medios del mundo. El ícono pop era gay, gritaban las tapas sensacionalistas y él terminó por decir su verdad. Una de sus frases recordadas es breve pero brutal: “Creo que los medios son un verdadero demonio”. ¿Lo son? ¿Lo fueron con él?

El ícono pop salió del armario en una entrevista concedida a la cadena CNN. “No tengo problemas con que la gente sepa que tengo una relación con un hombre en este momento”. Y agregó: “No me siento avergonzado, me siento estúpido, imprudente y débil por haber expuesto mi sexualidad de esta manera”. George Michael no se sentía cómodo con la situación, pero la prensa lo acosaba.

Con todo, su canción “Outside” fue su respuesta a los comentarios de la prensa rosa:

Coincidimos con el artículo “Ahora que George Michael ha muerto, ¿alguien le pedirá perdón por aquello?”, donde Violeta Assiego dice: 

Aquella fue una historia fea porque olía a desprecio policial a la comunidad LGBTI y dio alas a esa homofobia invisible que destilan los medios a la hora de informar de este tipo de hechos. Aquella historia fue fea porque volvió a asociar homosexualidad a hechos delictivos y perversión. Fue un pequeño triunfo de la hipocresía y la homofobia que nos rodea, y de la que George Michael luego se mofó.

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