The New York Times: La redacción le dice sí a nuevas ideas, nuevas coberturas y nuevas formas de contar historias

Por Sofia Pichihua

Publicado el 23 de mayo del 2016

“La redacción dirá que sí a las nuevas ideas, nuevas historias para cubrir, y las nuevas formas para contarlas, sin las trabas de la burocracia que hemos creado a través de generaciones”.

Este es el compromiso del director del NYT, Dean Baquet, quien envió un memo el último viernes con la intención de dar confianza a los periodistas del diario estadounidense.

El foco del NYT es lo digital, lo móvil y su objetivo: hacer un mejor periodismo. “La sala de redacción tendrá que cambiar de manera significativa, con rapidez y sin miedo”, indicó que es el próximo reto.

“Nuestro objetivo es duplicar nuestros ingresos digitales y tener más del doble de nuestros lectores digitales en 2020. Ninguna otra organización de noticias tiene la confianza en su poder periodístico para establecer tal agenda agresiva”, manifestó.

“No se equivoquen, esta es la única manera de proteger nuestras ambiciones periodísticos. No hacer nada significaría quedarse atrás”, dijo tajantemente.

El objetivo del Proyecto 2020 es ayudar al medio y diseñar la sala de redacción del futuro. El grupo, dirigido por David Leonhardt, ahora también incluye a Jodi Rudoren (de la sección Internacional), Jon Galinsky (del Grupo Estrategia), Karron Skog (de la jefatura de informaciones), Marc Lacey (de la sección Nacional), Tom Giratikanon (del equipo gráfico), y Tyson Evans (también del grupo de estrategia).

“Ellos se han reunido con los jefes de departamento para recoger ideas sobre cómo construir una sala de redacción que produce un menor número de artículos superficiales y una mayor variedad de formas de narrativa, entre ellos más periodismo visual, y la escritura conversacional”, afirmó.

El equipo de 2020 quiere saber de sus periodistas. Por eso, el NYT realizará una encuesta interna en la sala de redacción, que se llevará en horas de oficina. Así podrán conocer las ideas más ambiciosas y asumir los riesgos.

Vía Poynter

The New York Times