Jay Y. Lee, heredero de Samsung, se enfrenta a una  delicada decisión: preparar cuidadosamente el cambio en el mayor conglomerado de Corea del Sur y preservar al mismo tiempo el legado de su padre, quien lleva más de un cuarto de siglo manejando la empresa.

Samsung Group, una corporación en expansión con decenas de filiales entre las que se incluye Samsung Electronics, no ha anunciado ningún plan formal de sucesión, pero la semana pasada dijo que Lee, de 46 años, asumirá el cargo de presidente de las dos fundaciones del patriarca Lee Kun-hee, de 73, quien permanece hospitalizado tras sufrir un ataque al corazón hace un año, informa Reuters.

La ráfaga de ventas de activos no estratégicos, los anuncios de la compañía y movimientos organizativos sugieren que el heredero y vicepresidente de Samsung Electronics busca tranquilamente imprimir su sello personal de pragmatismo, en contraste con el liderazgo más carismático de su padre.

«No quiere ser el centro de atención por el momento, con el presidente vivo. Pero ha quedado muy claro que quiere ser evaluado por el rendimiento y asegurarse de que Samsung sigue creciendo», refirió un alto cargo de la compañía, quien no quiso ser identificado.

Lee está adoptando un acercamiento amplio para mantener el crecimiento del negocio de los teléfonos inteligentes. «Con el mercado de los móviles inteligentes de alta gama casi saturado, el foco del vicepresidente es mantener ahora buenos niveles de beneficios y extender su ciclo de vida. Está pensando en sinergias con las empresas de componentes y también la convergencia con artículos como el ‘Internet de las cosas’ y la realidad virtual», aseguró la fuente.

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