En Pakistán las leyes contra la blasfemia son duras, pero los caricaturistas se las ingenian para burlar las normas y criticar a los poderosos, así como a los extremistas religiosos.

“Todo el mundo tiene una línea roja. Puedo hacer caricaturas contra el terrorismo, los terroristas, pero no sobre el profeta (Mahoma)”, refirió Rafique Ahmad, quien es conocido por el seudónimo de “FEICA”, y quien es considerado como una leyenda entre los caricaturistas paquistaníes, de acuerdo con AFP.

En la entrevista, a propósito del ataque terrorista al semanario francés Charlie Hebdo, FEICA indicó que ha realizado numerosos dibujos sobre los fanáticos y fundamentalistas, pero no contra el profeta porque puede significar la muerte.

Ahmad sabe que su libertad tiene límites y no puede ir contra la “gloria del Islam” y la “seguridad” del país. “La autocensura está en todas partes”, agregó y señaló que debe tener cuidado al satirizar conceptos sin hacer cosas demasiado personales.

“Si el público mira militantes o extremistas talibanes está bien, pero si se apunta a una persona específica … entonces eso se convierte luego en una venganza personal y las posibilidades de ataque aumentan”, dijo el veterano dibujante Sabir Nazar.

En Pakistán, el 45% de la población es analfabeta, por lo que los dibujos resultan fáciles de entender.

“Mi código es muy estricto: no toco temas como la religión y el sexo. Estos son dos temas que no deben tocar. El hombre común tiene tantos problemas (en este país), de modo que siempre se han centrado en el hombre común… “, refirió Jawed Iqbal, un caricaturista del diario Jang, el diario más leído del país. El ilustrador expresó su profunda pesar por los asesinatos de sus colegas franceses.

“Pero no sé por qué han tocado el tema que puede afectar a millones de personas. Ellos no deben tocar ese tema”, aseguró.

Vía AFP

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