El artista que hizo la portada de la revista The New Yorker nunca ha estado en Ferguson, pero sí fue arrestado alguna vez por protestar en su barrio natal. En esa ciudad no han parado los disturbios a raíz de la muerte de un joven afroamericano en un confuso incidente. Incluso algunos periodistas fueron detenidos.

Su experiencia le ayudó a colorear la tapa. En una entrevista con Poynter, Erick Drooker asegura que su pintura se muestra más informada. “La composición es una vista subjetiva de alguien en la calle, en un ataque de la policía con estilo militar”, afirmó.

Las protestas son escenas apocalípticas que son imborrables, confiesa. Él fue detenido en 1996 mientras marchaba con un tambor en una protesta musical en Nueva York. Se dieron cuenta que la policía los seguía, y trataron de avanzar rápido. Luego los agentes comenzaron a intervenir a varios marchantes.

No era la primera vez que veía escenas como esa. En 1988 también estuvo atento a una protesta que terminó en arrestos. “La gente reacciono tirando botellas a los policías”, dijo. En esa oportunidad, hizo un póster llamado “Police Riot”.

Para la portada de New Yorker recurrió a fotos de Ferguson debido a que nunca estuvo allí. Estuvo buscando piezas desde el lunes, y la revista dijo que necesitaba el producto para lo más pronto. El martes en la madrugada ya tenía el primer borrador. Ese mismo día lo pintó.

Drokker afirmó que las noticias de último minuto fuerza a los artistas de NY a trabajar lo más rápido posible.

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Sofia Pichihua

Periodista licenciada de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Máster en Periodismo Digital en la Universidad de Alcalá de España. Profesora de Periodismo Digital/Community Manager de ISIL. @zophiap en Twitter

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