La muerte es una certeza, mientras que la desaparición solo genera incertidumbre en quienes quedan. ¿Dónde está el cuerpo del hijo/hermano/amigo? ¿Vivo o muerto? ¿Cuánto tiempo es suficiente para perder la esperanza de que aparecerá o de que será liberado?

Sobre este tema trata el texto escrito en The Washington Post por Dbra y Marc Tice, padres de Austin Tice,  quien estaba trabajando como periodista independiente para McClatchy, CBS, The Washington Post y otros medios de comunicación cuando fue secuestrado el 14 de agosto de 2012.

“El lunes por la noche celebramos el 33 cumpleaños de nuestro hijo, Austin Tice (…)Hoy conmemoramos el segundo aniversario de la desaparición de Austin desde algún lugar fuera de Damasco, Siria“, explican los padres en el texto, intentando explicar con palabras su dolor.

“Desde ese día, no hemos tenido contacto de Austin o sus captores. Nos reunimos para el cumpleaños de Austin el lunes a pesar de aún no saber donde está o qué lo sostiene. Por cada historia divertida y feliz en la memoria, habían innumerables preguntas que nos han perseguido durante las últimas 17.520 horas”.

La última información que se tiene de Austin procede de un vídeo, donde se le observa en el momento del secuestro, completamente consternado.

“¿Qué es de la vida de Austin actualmente? ¿Está seguro? ¿Está comiendo lo suficiente? ¿Está solo? ¿Puede ver el cielo? ¿Cómo pasa el tiempo? ¿Sabe cuántas personas están orando y trabajando para que regrese a salvo?”, se preguntan los padres a lo largo del texto, a pesar de que cualquier respuesta posible resulta insuficiente.

A partir del vídeo, The Washington Post aseguro que, por la vestimenta –típica de Afganistán– y el estilo del video, sus captores no pertenecen al grupo terrorista Al Qaeda, sino que se trataría de un táctica de Bashar al Asad para intimidar a Estados Unidos.

En este documental, producido por McClatchy, se realiza un breve recuento de los pormenores que componen este caso. Puede ver el documental completo al final de la nota.

Su padres recordaron sus inicios como Boy Scout, su desempeño como estudiante, sus aptitudes como atleta y su simpatía. “Sabíamos que eras un niño especial (…) Cuando hiciste eso (ir s Siria) para ayudar a la gente en una de las regiones más peligrosas del mundo, sabíamos que eras uno en 1 millón”.

“Viste sufrimiento y utilizaste tus talentos para trabajar para evitarlo, arriesgando tu vida para compartir historias que se necesitan oír para enfrentarse a la violencia y a la atrocidad. Poca gente pondría tanto en la línea para el bienestar de los extraños. Y pensar que hemos criado a un hombre como tú nos llena de orgullo”.

También resaltaron su compasión, lealtad, disciplina, coraje y “compromiso de seguir siendo un ejemplo no sólo a tus padres y sus seis hermanos y hermanas; sino también a las personas del mundo”.

Austin demuestra que “en un tiempo en que es muy fácil concentrarse en lo que está mal con el mundo, es un recordatorio constante de lo que está bien con él, que todavía hay gente por ahí que se niegan a renunciar a problemas que parecen irresolubles”. 

A pesar del tiempo transcurrido, sus padres tiene fe en que lo volverán a ver. Ojalá sea antes de que cumpla 34 años. “Austin, debes saber que nosotros te queremos y te extrañamos más de lo que las palabras pueden decir”.

Ingresando a este portal creado por la familia de Austin Tice puedes acceder a más información del caso.

Su cuenta de Twitter continúa activa.

Vía The Washington Post.