La Asociación de la Prensa Extranjera en Israel condenó el miércoles lo que llamó “incitación contra los periodistas” que están informando sobre los bombardeos en Gaza. Eso incluye “intento forzado para impedir a los periodistas y equipos de televisión llevar a cabo su labor de informar”, dijo la asociación.

Según informó The New York Times, este hecho –sumado a la percepción de que se está informando sobre la ofensiva israelí en Gaza de manera favorable a los palestinos–, ha originado que los  ciudadanos dirijan su frustración directamente sobre los corresponsales extranjeros.

Un ejemplo citado por la asociación de prensa fue la agresión sufrida por un reportero de la BBC en árabe, Firas Khatib, quien fue atacado mientras informaba en vivo desde la ciudad de Ashkelon –un blanco frecuente de los cohetes disparados desde Gaza- por un iracundo hombre israelí. Un portavoz de la BBC dijo en un correo electrónico que “Firas resultó ileso y seguirá informando como siempre”.

La semana pasada, cuando Israel lanzó su invasión terrestre en Gaza, la corresponsal de CNN Diana Magnay informó en vivo desde una colina en Sderot, donde algunos israelíes se habían reunido día tras día para animar los ataques sobre sus vecinos palestinos. Más tarde, se informó en Twitter que un grupo de los espectadores ubicados en la colina había amenazado con destruir el coche de su equipo “si digo una palabra equivocada”.

Magnay tuiteó el hecho y calificó de “escoria” a quienes quisieron intimidarla. A pesar de borrar el mensaje, Magnay fue retirada de la cobertura y reasignada a Moscú.

VULNERABLES

La asociación de prensa también lamentó que el miércoles una comitiva israelí atacara las oficinas de Al Jazeera “en el piso 11 de un centro comercial conocido” en la ciudad de Gaza.

Las Fuerzas de Defensa de Israel se disculparon y se comprometieron a investigar el ataque, pero un día antes del suceso el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Liberman, calificó a este medio como “la piedra angular del sistema de propaganda de Hamas”. Incluso, opinó que ya no era un medio fiable.

Israel está reevaluando la estancia de Al Jazeera, “con la intención de impedir que siga actuando en Israel“. “Al igual que Gran Bretaña no permitiría que Der Stürmer establezca un canal de televisión para transmitir desde Londres, y los Estados Unidos no permitiría que un canal de Al Qaeda transmita desde Nueva York”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.

El tratamiento de los corresponsales extranjeros en Gaza ha sido en general más positivo. Sin embargo, como el bombardeo continuó esta semana, Jonathan Miller, de Channel 4 News de Gran Bretaña, informó que algunos residentes de la zona de Ciudad de Gaza destruida de Shejaiya han tratado a sus colegas con hostilidad.

También el miércoles, el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, que monitorea las condiciones en los territorios palestinos, informó que la red de la radio estatal se había negado a emitir un anuncio de servicio público sobre los niños palestinos muertos en la ofensiva en Gaza.

Sarit Michaeli, portavoz del grupo, aseveró en un correo electrónico que los medios de comunicación de Israel limitan la información: “Nos acercamos a Radio Israel con el fin de comprar anuncios con los nombres de estos niños. La radio nos lo negó, alegando que estos anuncios eran ‘políticamente controversiales’. Pero la negativa de nombrar a estos niños muertos no es un acto neutral. Es una forma de silenciar el debate público en la sociedad israelí acerca del terrible número de víctimas civiles en Gaza “.

B’Tselem publicó uno de los anuncios en línea y le pidió a los usuarios que compartan el audio donde se leyeron los nombres de los menores muertos.

La nota enThe New York Times.