En innumerables ocasiones, analistas de ambos países señalaron lo importante de mantener un clima diplomático durante el transcurso de la demanda. Producto de este llamado varios medios de comunicación se dedicaron a desarrollar especiales de primer nivel, en los cuales trataron de informar con la mayor objetividad posible sobre los pormenores del litigio.

Incluso el presidente de Perú, Ollanta Humala, consideró la importancia del papel de la prensa en este fallo histórico y convocó a los directores de los principales medios de comunicación del país a una reunión para abordar este tema.

Este periódico, conocido por trabajar con el sensacionalismo, abunda en contenido “antichileno”. Basta con ver sus últimas portadas/ Todas las carátulas de las últimas semanas están dedicadas a anunciar la “inminente derrota chilena en La Haya” y a informar la existencia de un supuesto clima de bélico.

La respuesta de los medios chilenos no se ha hecho esperar. Ya son varios los que se han pronunciado sobre la línea editorial de La Razón, entre ellos el diario Publímetro de Chile y el sitio web de la CNN Chile. Ambos señalaron en sus respectivas notas la poca prudencia con la que informa el periódico peruano y sobre su origen en la dictadura del expresidente Alberto Fujimori.

Mira el reportaje emitido por la CNN Chile sobre este periódico:

El director de La Razón, Ítalo Oberto-Besso, escribió recientemente una columna en la que sostuvo en todo momento que el diario no miente y que no se debería subestimar a los lectores porque “todos están bien enterados de la histórica situación actual y son conscientes del usual proceder chileno”.

En el texto también acusó a sus colegas peruanos de no apoyarlo por querer quedar bien con la prensa chilena. “Debemos lamentar que periodistas peruanos se presten a ese grosero juego de enlodar a un colega o a un medio solo para quedar bien con el periodista extranjero”, escribió.

Lo verdaderamente preocupante es que el accionar de este diario podría ocasionar que se hagan generalizaciones equivocadas. Si bien la mayoría de medios de comunicación han sido diplomáticos al informar sobre la demanda (y esto ha sido reconocido en Chile), no sería sorprendente que por culpa de portadas chauvinistas se produzcan malentendidos.