La iniciativa de esta publicación apareció en febrero de ese año de la mano de Chris Alefantis, un joven periodista de ese país. El reto: ofrecer una ayuda digna a los ciudadanos que están sin trabajo.

Alefantis explica a la agencia EFE que la revista tiene un enfoque positivo que busca aportar soluciones y no solo temas relacionados con la exclusión social. “Queremos ser un magacín con buen humor, y sobre todo, con independencia editorial”, dijo.

El proyecto es apoyado por la red internacional de periódicos de la calle. Consiguió los recursos tecnológicos y la Fundación Niarchos les proporcionó el capital necesario para costear durante un año la revista. Se necesita 5,600 euros (7,606 dólares) para imprimir los 14,000 ejemplares mensuales.

Lo que se espera es que el próximo año, el proyecto pueda funcionar solo con patrocinadores, publicidad y suscriptores. 

Los periodistas reciben una cantidad simbólica de entre 50 y 60 euros, pues se trata de una labor social, pero de alta calidad. La revista aparece en los quioscos el último miércoles de cada mes, para dar oportunidad a un gran número de vendedores, casi 140 hombres y mujeres de entre 20 y 60 años.

Un vendedor recibe la mitad de los 3 euros que cuesta cada ejemplar. Si se vende una media de 100 revistas al mes, ganan 150 euros.

Vía La Información