Para tener en cuenta. Cuando una noticia levanta la indignación de los usuarios o motiva el enfrentamiento entre éstos, una conversación en línea puede mostrarse incontrolable. Una opción es eliminar comentarios, pero la imagen de un medio o un periodista puede ser criticada por impedir la libre expresión. Por ello, existen otras prácticas que bien pueden aplicarse en esta situación.

“Si estuvieras en mi casa e insultas a uno de mis clientes, te pediría que te vayas. No veo por qué habría que ser diferente en una sección de comentarios”, señala Ta-Nehisi Coates, director senior de The Atlantic en una nota. Una opción civilizada.

Pero en la web existen trolls y usuarios que viven sólo para cuestionar, las groserías y los insultos abundan cuando estos personajes están presentes. Como menciona el bloguero Kevin, de Charman Anderson, “la libertad de expresión no debe utilizarse como excusa para la ausencia de civismo”.

Una de las reglas para Coates para quien se convierta en un moderador en línea es no llamar con calificativos a los internautas. “No puedes cambiar el tema porque no te gusta el debate. Así que lo que estamos tratando de hacer es presentar una conversación que es interesante, no es para todos, pero para sí para un pequeño grupo de personas”, destaca.

Y esta es la brújula que un profesional debe tener en cuenta. De acuerdo a Kevin un periodista “no tiene que ser todo para todas las personas. En realidad, ser muy importante para un pequeño grupo de personas en concreto ofrece más posibilidades de éxito”.

Las personas que realmente desean intercambiar ideas lo harán si tu sitio propone temas interesantes de discusión. A todos nos gusta expresarnos.

Fuente: Charman Anderson

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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