Es común enterarse de los conflictos internos en un medio por desacuerdos entre la línea editorial y la opinión de sus accionistas. Cuando se impone la parte periodística, como sucede en el periódico francés Le Monde, es importante conocer cómo se logra esta independencia en una realidad donde la práctica del periodismo está condicionada por los intereses de terceros.

“Los accionistas tienen sus diferentes opiniones, sus diferentes historias personales. Son personajes fuertes, pero nosotros cargamos con nuestra parte del trabajo. Yo manejo el diario, soy responsable de su independencia, de su contenido de alta calidad y del bienestar de su equipo de periodistas. Eso es lo que yo voy a defender “, dice Natalie Nougayrède, directora del diario.

Para la periodista de 46 años, el periodismo es una profesión que debe ser protegida de los constantes embates de factores políticos y económicos. Pero para ir en contra de este común denominador al que se enfrentan los medios se necesita más que un idealismo, se necesita un propósito.

“En un momento en que sabemos que estamos siendo inundados con información de todo tipo de fuentes, cuando las agencias de relaciones públicas son muy activas en la esfera política y económica, es muy importante que haya una referencia por ahí”, expresa Nougayrède. Según indica la primera mujer en dirigir al Le Monde, para que este oficio se mantenga limpio los periodistas deben mantenerse limpios, esto es evitar relaciones con las fuentes.

LE MONDE EN LA WEB

El gran reto que está afrontando Natalie Nougayrède en el rotativo es el de hacer que la web del mismo sea tan referente como lo es el impreso. Con más de 2 millones de visitas mensuales, este sitio es la más grande fuente de información para los ciudadanos franceses. Actualmente cuenta con 43.000 suscriptores digitales y 67.000 lectores suscritos al papel y al dominio virtual.

“Eso dice algo sobre cómo la gente necesita tener referencias en el mundo de hoy”, señala la ejecutiva, quien antes de asumir este cargo no tenía experiencia alguna sobre cómo estar al frente de una periódico. Agrega que Le Monde no debe ser solo un espacio en el que las personas conocerán las últimas noticias sino también el lugar para “mirar hacia atrás y poner en contexto lo que está sucediendo”.

La siguiente tarea de Nougayrède, que no será fácil, es la de integrar al personal del impreso y la web, que siguen siendo dos trabajando por su lado. “Esto es una revolución en Le Monde y vamos a hacerlo paso a paso”, aclaró.

Solo es cuestión de tiempo.

Fuente: The Guardian

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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