Si bien las funciones y el trabajo del Defensor del Lector, tradicionalmente, se realizan en la instancia de postproducción, es decir, una vez publicadas y difundidas las noticias en un medio; en una era digital como la de ahora, este puede apoyar en la elaboración de notas e informes periodísticos, sugiriendo fuentes en la Internet.

ONO realizó una lista de las labores que un DL -o un ombusdman- está en la posibilidad de realizar, si lo que quiere es que el tratamiento de la información y los temas en el medio que trabaja sean profesionales y de calidad.

1. Un DL podría ayudar a establecer ciertos procedimientos de comprobación y verificación de material proveniente de fuentes en línea externas.

2. Un ombudsman de noticias podría ayudar a establecer procedimientos de verificación de fuentes tanto en línea como en el mundo real.

3. Además podría ayudar a su organización de noticias a establecer procedimientos que pongan sobre alerta a los televidentes  lectores, respecto al ‘estatus’ del material que se les proporcione – “el tema de no poder verificar”.

4. Un ombudsman podría ayudar a establecer procedimientos que designasen cuánto material de carácter potencialmente perturbador se debe transmitir, por ejemplo, secuencias que muestren rehenes.

5. El DL puede examinar notas o artículos específicos independientemente, mientras ayuda a su organización a seguir ciertos procedimientos que probablemente fortalezcan sus estándares editoriales y minimicen el riesgo que corren.

Teniendo en cuenta que el trabajo de un Defensor del Lector es siempre independiente al de sus colaboradores, cumplir las funciones mencionadas en la lista no entorpecen ni desvirtúan su labor original. Como bien detalla ONO, “el ombudsman digital necesita ser cada vez más flexible y versátil”, y debe, pues, adaptarse a los cambios del mundo que exigen otras funciones.

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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