El filósofo y periodista Daniel Samper Pizano (Bogotá, Colombia, 1945) estuvo en el Hay Festival Xalapa, de México, y habló de muchos temas, entre ellos el periodismo. El Economista lo entrevistó y aquí un resumen

Como periodista ha hecho usted trabajos excepcionales, ¿cree que el periodismo está en crisis?

Más que una crisis por el cambio tecnológico, que yo no considero una crisis, creo que el problema es que todos estamos cubriendo lo mismo de la misma manera. Lo que va a ser la salvación del periodismo van a ser los enfoques más personales. Pero ojo, siempre con reportería, con datos duros, investigación. El periodismo es mi tabla de salvación: cuando no sé adónde ir, busco información.

Pero no hay duda que las agencias de noticias, los boletines gubernamentales y la televisión ha traído este estilo que todos repetimos de pretendida objetividad. A la misma hora está el mismo tema, del mismo modo, en todos los noticieros. El menú de esa cosa tan vasta que es la realidad se ha reduciendo poco a poco y la labor del periodismo es romperle el corsé.

¿Las noticias siguen siendo lo mismo?

Tenemos que cambiar de definición, cambiar esa idea de que la noticia es nada más lo extraordinario, el perro mordiendo al niño. Yo digo que si hay muchos niños mordiendo perros entonces la noticia es el perro que muerde al niño. Te voy a dar un ejemplo: hace unos años, cuando Colombia estaba más hundida en la violencia, la guerrilla, los paramilitares, etcétera, hicimos en el diario en el que trabajó este razonamiento: si en Colombia hay 3 millones de violentos, eso significa que hay por lo menos 40 millones que no lo son. ¿Dónde está esa mayoría silenciosa? Salimos a buscarla, y encontramos, por ejemplo, un barrio de puros mariachis, todos colombianos, ni uno solo mexicano. Esa era la notica que no se había contado: que esos 40 millones sostienen al país.Yo estoy en contra del periodismo azul, el periodismo de vals. Hay que dar las noticias de los hechos violentos, pero es que lo otro también es noticia: ¿cómo hace un país tan violento como Colombia para salir adelante? Creo que esa es una pregunta que también deberían hacerse en México.

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