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El drama de los periodistas en Japón: continuar la cobertura o regresar a casa
Por Esther Vargas
Publicado el 16 de marzo del 2011
La situación en Japón ha sido calificada de apocalíptica. Los periodistas no están al margen de esta situación, y no son pocos los que ya comienzan a quebrarse. David Jiménez, enviado especial de El Mundo, cuenta que incluso los más experimentados reporteros están perdiendo el control de sus nervios. Nadie está preparado para una tragedia, menos de estas dimensiones.
¿Una crisis nuclear? Nadie la ha vivido ni sabe cómo responder a ella. Las balas se ven o al menos se oyen pasar, a veces desde una distancia imprudente. Pero la radiación ni se ve ni se huele. Puede estar o no estar. Y es esa incertidumbre lo que ha hecho perder los nervios incluso a los más experimentados reporteros.
Los hay que abandonaron ayer el epicentro del desastre en un ataque de pánico, viajando toda la noche para buscar el primer aeropuerto abierto y dejar el país cuanto antes. Otros han optado por trasladarse a zonas más seguras del oeste y norte del país. Algunos han acumulado provisiones y se niegan a salir de la habitación de su hotel, temerosos de ser contaminados.
Periodistas que seguían en Sendai intercambiaban anoche mensajes y llamadas, hubo reuniones y discusiones telefónicas con los jefes en Madrid, Londres o Nueva York para decidir si había llegado el momento de poner tierra de por medio. Richard Jones, un experimentado fotógrafo británico que vive en Japón, describía así el ambiente:
“Los hay que han entrado en un estado de histerismo, otros estamos razonablemente preocupados y alguno que ni se inmuta”. Hay una regla no escrita a la hora de cubrir un desastre natural: no te quejes de tu situación, de no lavarte en días, dormir en cualquier sitio o interrumpir la crónica cada vez que una réplica del seísmo te mueve de la silla. Te rodean miles de personas que están mucho peor que tú, que han perdido seres queridos y no tienen hogar. Tú, después de todo, terminarás tu trabajo y te marcharás a casa.
Jiménez cuenta que la noticia de que dos fotógrafos que se acercaron excesivamente a la central nuclear han sido expuestos a niveles de radiación superiores a los normales, aunque no perjudiciales para la salud, ha llevado a muchos a tomar la decisión de regresar a casa. Radio Francia ha retirado a seis de sus siete corresponsales, mientras Anderson Cooper -la estrella de CNN- está en Akita, lejos de la zona más peligrosa. Los reporteros de The New York Times en Japón tienen material para medir la radiactividad y medicamentos para minimizar sus efectos.
“Me largo y tú deberías hacer lo mismo”, me dice un colega estadounidense mientras carga el ordenador, la cámara y los bultos en el coche que le llevará lejos de aquí. “No me pagan suficiente para esto”.
Los periodistas alemanes, como ya informamos, alistan la retirada. El canal privado de noticias N24 emite desde Tokio, donde continúa su corresponsal en Rusia, Christoph Wanner, quien ya cubrió la catástrofe en Chernobyl en 1986-. Según diversas agencias, el periodista cuenta con una reserva de avión permanente para abandonar el país cuando sea necesario.
ALERTA DE REPORTEROS SIN FRONTERAS
Reporteros sin Fronteras (RsF) ha pedido a los periodistas desplegados en Japón que consulten fuentes “fiables” antes de desplazarse a cualquier zona del país para evitar exposiciones a la radiación perjudiciales para la salud.
La ONG ha recomendado a los corresponsales, enviados especiales y periodistas locales que consulten páginas web fiables tales como la que ha habilitado Google con información actualizada de las consecuencias del terremoto, la página de salud de la BBC o la de la Cruz Roja antes de acercarse a cualquier localidad del país que pueda estar contaminada.
También les sugiere a los corresponsales que se pongan en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de sus respectivos países antes de viajar a las zonas afectadas con el fin de ponerse al tanto de posibles riesgos y cómo reducir la posible exposición.
Resulta imprescindible consultar la guía para periodistas en caso de catástrofes elaborada por RsF y otras organizaciones.
Publicado por:
Esther Vargas
Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.
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