Ya no podrá esconderse. Después de estar detenido por diez días, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, abandonó la prisión londinense de Wandsworth tras ser acusado de delitos sexuales, con la condición de no moverse de su casa. A su salida declaró: “espero seguir con mi trabajo y seguir demostrando mi inocencia”. Además, agradeció a las personas que creyeron en su inocencia.

Assange deberá usar una pulsera con información geolocalizada y no podrá cambiarse de residencia, sin previo aviso. Estará en la vivienda de su amigo Vaughan Smith, según La Información. La defensa legal del editor de Wikileaks, que hace poco publicó 250 mil cables sobre la política exterior de Estados Unidos, señaló que pagó 317 mil dólares de fianza.

Pero todo no está dicho. El 11 de enero del próximo año se determinará si es extraditado a Suecia o no.

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