En este mundial ella se está jugando su propio partido. Sara Carbonero se ha convertido en noticia por su belleza y por su romance con el arquero de la selección española. Mientras algunos afirmaban que desconcentraba al jugador y hasta lo culpaban del pésimo arranque frente a Suiza, otros se resignaban a contemplarla.

Pero nos ocupamos de Sara por una sola razón: el pronunciamiento del presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja.

Gonzáles ha cuestionado a Telecinco -donde labora Carbonero- por la presencia de la periodista Sara Carbonero en los partidos de España. En su opinión “es una vergüenza” la ubicación de la reportera junto a la portería durante sus intervenciones en los informativos, porque “rompe con los principios elementales del periodismo”.

Telecinco ha aclarado que la ubicación es decisión de la FIFA. Pero Gonzáles ha ido más allá en sus críticas. Según dijo, la propia Sara Carbonero debería tener un “cierto cuidado”, porque el periodista no debe implicar sus emociones personales en las historias que construye. “Si ella quiere ser una buena periodista no debería dejarse empujar hacia la mala práctica”, ha dicho.

Gonzáles ha opinado que este caso es un ejemplo “muy pequeño, pero muy relevante de lo que es la malversación de los valores del periodismo en una televisión“.

Críticas de todo tipo he leído sobre Carbonero, lo cual -por supuesto- me ha llevado a googlear su nombre y apellido, a encontrarla en la Wikipedia , revisar las entrevistas que ha dado, disfrutar la sesión de fotos que hizo para El Mundo (con más de 175,000 vistas en You Tube) y recordar su título de la reportera deportiva más sexy del mundo, entre otras notas de todo calibre que han explotado en la red.

Si colocan Sara Carbonero en Twitter Search encontrarán opiniones de todo tipo, al igual que en esta página de Facebook.

Como dato al paso tenemos que después del partido España-Suiza las cadenas AFP, AP, Reuters y Getty distribuyeron 80 fotografías de Carbonero entre las 19.44 y las 20.32, según Telecinco.

Ni la prensa china ha podido evitarla. El Nuevo Pekin tituló después del triunfo con Honduras: “Esta vez Sara no puso nervioso a Casillas”.

Hay quienes cuestionan su calidad como periodista, y afirman que solo es una cara y un cuerpo bonito. Esto último me parece un prejuicio más. Que la chica esté bella no invalida su calidad profesional. ¿O sí?

¿Creen ustedes que la cadena está ‘explotando’ la imagen de su sexy trabajadora?  Es obvio. El rating ha alcanzado cifras históricas en 20 años,  pero la chica no es ninguna boba, y -como menciono al comienzo de este post- se está jugando su propio partido, un partido en el que tendrá que demostrar que es más que su delicioso envase. Ser bella y profesional también puede ser un problema, sobre todo si añadimos el detalle del romance.  ¿O no?

¿Ustedes qué opinan?

ENLACE DE INTERÉS

La estrategia de enviar bellas periodistas al mundial.