Si bien la evolución de las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación)  ha ayudado en el avance del periodismo, representa nuevos retos para el oficio.

Por Soledad Melo (*)

Antes de la irrupción del internet, una nota podría haber sido leída por tanta gente según las impresiones del medio o más, limitado por el alcance de distribución del mismo. Hoy, aunque estamos ante una sociedad más ocupada y con menos tiempo, a lo que se le agrega la poca dedicación a la lectura, el número de personas que leen una noticia supera la cantidad de habitantes del país donde radica el medio.

Con la entrada del periodismo al ciberespacio, las noticias dejaron de tener fronteras. Solo basta con que estas sean de interés y estén colgadas en cualquier red social para que su “viralización” por todo el mundo sea un hecho, y de manera inmediata. Solo se necesita de internet y un ordenador para publicar la información.

Las redes sociales, como principales fuentes de tráficos en los medios digitales, han influido de manera determinante en el consumo de contenidos a través de los teléfonos móviles, dispositivos preferidos por los usuarios para el consumo de noticias, según las analíticas.

El internet  se  está consolidando como el medio prioritario para el consumo de información, así lo explican varios informes, entre ellos el ‘State of the Media Democracy’ de la consultora Deloitte, el cual señala que “cada vez más españoles utilizan Internet para ver televisión, así como para leer artículos y noticias”, y el Informe de la Asociación de la Prensa de Madrid,  que plantea que el internet supera ya a los medios tradicionales, convirtiéndose en la segunda fuente de información habitual de los ciudadanos.

Y es en este juego en el que entran los medios de estos tiempos – que teniendo en cuenta su función de informar–, deben plantearse cambiar la forma de producir su contenido. La manera en la que se consume la información no es la misma de otras épocas, y  por ende,  la forma de producción y distribución debe ser distinta.

Un medio que quiera tener presencia en la red no se puede limitar a colgar sus informaciones en una plataforma digital. Debe contar con un personal calificado que sea capaz de dominar los conocimientos propios del mundo digital, lo que representa un desafío para todo el equipo de prensa, el cual deberá dominar las tecnologías demandadas por el nuevo canal de comunicación, el internet.

Los cambios en el mundo digital son cada día más constantes, lo que acelera el ritmo de transformación que deben experimentar los medios, los cuales deben adaptarse a esas modificaciones y renovarse  según las exigencias del ámbito digital.

No basta con saber escribir tomando en cuenta la pirámide invertida para contar los hechos, o hacer un contenido que enganche al lector, el periodista de la era digital debe saber producir información digital y conocer el entorno, el cual demanda de una redacción diferente. La redacción digital no solo debe atrapar la atención del lector, sino que debe estar bajo los requerimientos de los buscadores para un mayor posicionamiento en la red.

Una noticia que no cumpla los requisitos del posicionamiento web es una noticia que no estará al alcance de los buscadores, por tanto, no será encontrada por los lectores, en ese sentido, que el conocimiento sobre optimización de textos para el SEO (Search Engine Optimization) será un valor añadido que deben manejar los periodistas de la era digital.

Los medios de información de hoy deben  tomar en cuenta las características básicas de la web (hipertextualidad, interactividad, multimediablidad y simultaneidad) como claves para revolucionar en el quehacer periodístico.

Es por ello que los  profesionales además de informar un hecho, deben proporcionarle al usuario todo un contexto que le permita enriquecer esa información a partir del hipertexto, que no se limita por tinta y espacio; saber combinar los diferentes formatos para enganchar al lector en el mensaje y estar preparados para las reacciones de los receptores, quienes en el medio digital se convierten en emisores.

Esa interactividad de los lectores, que pasan  de  pasivos a activos,  exige de los medios un trabajo de mayor calidad, el periodista digital no sólo habla, sino que debe saber dialogar con sus lectores. Los diarios digitales nada tienen que ver con la  comunicación unidireccional, requieren de diálogos que debe proporcionar el redactor de la noticia.

Quienes consumen la información son cada día más exigentes y participativos, por lo que la veracidad de los trabajos y la profesionalidad a la hora  de redactarlos es lo que diferenciará a los medios de otros usuarios no preparados que hacen uso de las plataformas digitales para informar.

Es ahí el verdadero desafío de los medios: seguir consolidándose como las principales fuentes de información, adentrándose en la era digital, pero sin perder su esencia tradicional de informar con la verdad, porque el día en que las personas dejen de creer en los medios, es cuando acabará la labor del periodista.

(*) Periodista dominicana. Magister en periodismo digital de la Universidad Antonio de Nebrija, España