El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, reconoció hoy que se comportó de manera inadecuada con una periodista, días después de que el vicepresidente de la Asamblea Nacional haya renunciado tras verse salpicado por un escándalo sexual.

Sapin expresó su pesar por lo que hizo pero ha insistido en que eso no debería «confundirse con la gravedad del acoso o la agresión sexual».

«Durante un viaje a Davos en enero de 2015, en medio de unas 20 personas, hice un comentario a una periodista sobre su ropa y puse mi mano en su espalda», explicó Sapin en un comunicado, en el que ha desmentido parcialmente lo que la periodista Stéphanie Marteau y Aziz Zemouri escribieron recientemente que ocurrió durante el Foro Económico Mundial en un libro titulado L’ÉLYSÉE OFF.

EL LIBRO Y LA OTRA VERSIÓN

«No hubo intención agresiva o sexual en mi conducta pero el mero hecho de que la persona se viera afectada muestra que esas palabras y este gesto fueron inadecuados y lo sentí y todavía lo siento«, ha afirmado Sapin en una declaración remitida a Reuters este miércoles.

Sapin, uno de los más cercanos al presidente Francois Hollande, ha dicho que la periodista inmediatamente le pidió hablar con él y que él le pidió disculpas.

En mayo pasado, un grupo de periodistas denunció que ser una periodista política en Francia se puede convertir en una pesadilla, pues resultan expuestas a comentarios libertinos, manos osadas o reiteradas invitaciones para salir a cenar. La publicación salió en el diario francés Libération y se llamaba “¡Manos quietas!”, donde se detalla que el machismo reina en la profesión y que algunos políticos han llegado a acariciarles el cabello o comentarles el escote.

Las firmantes cubren la actualidad política para grandes medios como France Inter, Le Monde, AFP, y Libération

Cuando el libro  salió el mes pasado, la oficina del Sapin negó enérgicamente cualquier incidente diciendo que las afirmaciones eran «falsas y calumniosas». En una conferencia de prensa el martes, Sapin dijo que las acusaciones en su contra eran «en el ámbito de la calumnia» y «totalmente falsas».

Foto: AFP

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