El infierno de un periodista chino detenido por la policía hace dos años más acabó hoy y su nombre fue limpiado, cuando los fiscales de Beijing decidieron no acusarlo en absoluto.

Liu Hu, un reportero del diario The New Express, fue capturado en una campaña agresiva del gobierno en 2013 para acabar con los rumores en línea y frenar el rápido crecimiento de los medios sociales de China.

Nervioso por el potencial de los nuevos medios de comunicación para usurpar el poder del Estado sobre el discurso público, las autoridades cerraron numerosas cuentas de redes sociales que cuestionaron las políticas y prácticas del Gobierno. La policía detuvo a decenas de personas.

Liu fue capturado en agosto de 2013 por su información y la denuncia de irregularidades en altos cargos del Gobierno, un movimiento entonces visto como una señal de que Pekín no toleraría que el público se comporte como un organismo de control en su campaña contra la corrupción.

Después de casi un año en la cárcel, Liu fue puesto en libertad en espera de juicio en agosto de 2014. Este jueves fue notificado de que no enfrentará ningún cargo y sus abogados confirmaron la decisión. Ahora Liu planea pedir una indemnización estatal por todo el problema.

Con datos de AP.

Foto: www.chinatopix.com

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