Rusbridger se negó y terminó en una sala junto a tres empleados del diario y dos miembros de la organización de seguridad de Reino Unido supervisando la destrucción de tres computadoras portátiles con los archivos filtrados por Snowden. 

Recién el último viernes la organización de noticias presentó imágenes de aquel momento, que se dio en el sótano de la sede del medio en Londres el 20 de julio del año pasado, casi mes y medio después de haber publicado el primer informe basada en la investigación del agente norteamericano.

Paul Johnson, director adjunto de la compañía señala que “fue el acontecimiento más surrealista que he visto en el periodismo británico”. Destruir las máquinas y los datos tomó 3 horas.

“Romper una computadora es más difícil de lo que imaginas”, asegura Rusbridger, quien dice que no iba a dejar de presentar informes sobre este caso debido a que hay copias de los datos en otros lugares.

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