Una férrea defensa contra los trolls inició el año pasado el Huffington Post. La web de noticias reformó su sistema de comentarios para que todos los usuarios sean identificados a partir de su cuenta de Facebook. Pero, al parecer, con lo que no contaron sus directivos es que la interacción disminuirá drásticamente.

Acostumbrado a registrar cientos de opiniones en las entradas de sus textos, hoy el HuffPost ha sufrido las consecuencias de sus decisiones: los internautas ya no dejan comentarios. ¿Cuál es la razón?

La idea de Arianna Huffington con esta propuesta era la de evitar amenazas y cualquier intento de intimidación hacia el periodismo. Ella está convencida de que en Internet no se debe permitir el ataque de los trolls y por eso apostó por la identificación de quienes opinan. Una mala jugada.

Como bien explica Poynter esto ha traído consigo que los usuarios teman una eventual represalia en su contra, como una denuncia para inhabilitar su cuenta, por algún comentario que realicen. Y peor aún, puedan ser rastreados por extraños y vean vulnerada su seguridad.

“The Huffington Post tiene que estar loco si piensan que la gente se siente cómodo discutiendo temas controversiales como las relaciones personales, la política o la religión usando sus nombres reales que eventualmente pueden ser rastreados a su cuenta de Facebook, donde los empleadores pueden castigar a las personas que están en desacuerdo“, indicó un usuario que cita Poynter.

De alguna manera, el anonimato también es un sinónimo de libertad en la red. Los usuarios muestran su rechazo a la postura del Post dejando de comentar. Pero aún es demasiado pronto para saber si no tendrá éxito este sistema de comentarios, lo que se ve en este caso es un efecto inmediato.

Lo que podemos decir es que los fieles seguidores se ven insultados cuando una medida como ésta, que en principio no tiene como objetivo perjudicarlos, resulta involucrándolos.

Fuente: Poynter

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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