Como algunos de mis seguidores saben ayer cubrí en las redes sociales la marcha del Orgullo Gay en Lima, mi ciudad. Empecé a la 1 de la tarde y acabé al promediar las 9 de la noche. No pocos periodistas que están en redes sociales me pidieron consejos sobre cómo cubrir una marcha y no quedarse sin batería o tratar de resumir gran parte del evento. Otro colega me preguntó cómo competir con los medios grandes (ver El Comercio) o con los fotógrafos de agencias (ver Perú.21). Y un amigo periodista me preguntó cómo hice para lograr tantos likes.

PASO 1: UN  PEQUEÑO PLAN

-Decidir qué redes sociales usar: Twitter, Facebook e Instagram / Hice dos registros en Foursquare, los absolutamente necesarios: el Campo de Marte (lugar de concentración) y la Plaza de San Martín (donde se desarrolló el evento).

-Fui armada de un iPhone 5 con 3G, con un iPad que no tiene acceso a Internet y con un router móvil de OLO que dura seis horas en promedio.

-Determiné no hacer videos para no consumir la batería ni mi plan de datos, pero usé Instagram para hacer un solo video de 15 segundos de uno de los momentos que yo consideré importante: el instante en que se aglutina la gente y alza la bandera símbolo del orgullo. No usé Vine porque creo que no es tan masivo entre mis seguidores.

-Identifiqué los hashtags que se estaban usando. En algunos casos incluí #Lima y #Perú, pues había marchas en otras partes del mundo.

PASO 2: EN LA CALLE

-Usé el iPhone con WiFi siempre y solo opté por el 3G cuando por razones de rapidez era absolutamente necesario. (No quería consumir mi plan de datos que cada vez dura menos y no estaba para sorpresas). Estuve en ‘modo avión’, pero con WiFi para que me dure más la batería y pude comunicarme con la gente de la redacción de Agencia Andina que quería mis fotos.

-Salí a la calle en busca de situaciones y momentos para sensibilizar a la audiencia. No quería caer en la clásica nota de “colorida marcha” de algunos ni retratar a los de siempre: la farándula apoyando la marcha o l@s amigos travestis medio desnudos (que seguro saldrían en todos los medios). No busqué al mas extravagante de la manifestación, al que tenía la cara más pintada o al que más gestos provocadores haría. Para eso estaban los medios.

-Cuidé tanto la batería de mis gadgets que tomé solo las situaciones que me parecían interesantes para la historia que yo quería contar de la marcha: una historia en la que todos somos iguales a otros, en la que los homosexuales no son monos o extraterrestres para mostrarlos como especies raras en una fiesta. Salí a buscar a padres y madres que apoyan a sus hijos, a universitarios apoyando la lucha LGTB y a personajes representativos de la causa. /Recordé el post de Gio Infante, comunicador y presidente del MHOL: Creando maricones (los 10 esfuerzos de la prensa peruana).

-Seleccioné Camera+ como la app para editar fotos de manera rápida.

-Me apoyé en los filtros básicos de Instagram para publicar oportunamente.

-Pedí permiso a las personas que estaban con sus niños para hacerles retratos. Algunas de estas fotos no las publiqué luego por no considerarlas necesarias.

-Cuando la batería de mi iPhone estuvo al 50% opté por apagarlo y seguir con el iPad. Posteriormente, ya al filo de las 6 de la tarde retomé la cobertura con el teléfono.

PASO 3: LOS MENSAJES 

He tratado de reunir en Storify los tuits y publicaciones en Instagram que compartí. Temas sensibles como que “Dios es para tod@s” no fueron bien recibidos, pero era un mensaje que tuvo gran impacto entre los participantes y había que arriesgarse y ponerlo.