Foto: NYT

Los empleadores de un defensor del lector son los lectores, aunque ellos no firmen un cheque con su sueldo. Así lo dice Margaret Sullivan, la defensora del lector del diario The New York Times, en un  artículo donde cuenta las bases de su labor, la cual está desarrollando en plena redacción, donde quizá los periodistas y editores ya la están mirando de reojo. Temen quizás la crítica.

Para Sullivan, un defensor del lector debe poner siempre primero a los lectores. Y con ese objetivo se propone:

–Fomentar la conversación. Para ello, está trabajando con los expertos en presentación de noticias del medio para encontrar nuevas maneras de acercarse a la gente y propiciar el debate. Por lo pronto, utiliza el blog y los medios sociales como Twitter, donde ya encontramos una serie de comentarios de respuesta a la audiencia.

–Promover la transparencia y el entendimiento. Reconoce que «los lectores están siempre interesados en cómo funcionan las organizaciones de noticias» y en cómo y por qué se toman decisiones. Sullivan señala que espera mostrar el trabajo de NYT y la discusiones sobre, por ejemplo, una fotografía controvertida o la evolución de las prácticas periodísticas.

La experimentada periodista se comprometió a ser justa, enérgica, sin miedo y compasiva para contribuir a un mejor periodismo en un gran periódico como es NYT.

Sullivan firmó un contrato por cuatro años –los anteriores defensores firmaron por dos– y si todo va bien se podrá extender a seis.

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