Por Daniel Flores Bueno 

La historia de una metodología de aprendizaje y una opción de Facebook llamada Grupo Secreto, que se unen para hacer más emocionante la adquisición del conocimiento.

En el verano del 2012 decidí llevar a cabo una experiencia con mis alumnos de Globalización de la UPC, a la que bauticé con el nombre de El desafío árabe. Un concurso interno que tenía como premio una cena en un restaurante de comida árabe llamado Tierra Santa. El desafío consistía en desarrollar un proyecto de conferencias en la universidad, que fuera la antesala de la III Cumbre de Países Árabes-América Latina, que se llevará a cabo del 26 al 28 de septiembre en Lima. Un evento cuya actualidad permitía involucrar a los alumnos en varios temas vinculados a la globalización, tales como: las relaciones interculturales entre Medio Oriente y Occidente, la teoría del choque de civilizaciones, la guerra por el petróleo y la búsqueda de nuevos mercados. Para llevar a cabo este proyecto el grupo debía definir cuáles iban a ser los temas desarrollados a lo largo de cinco días, así como el nombre de los  expositores y actividades que iban a formar parte de esta antesala. La idea era que los estudiantes cumplieran con los objetivos de aprendizaje del curso, pero al mismo tiempo se divirtieran aprendiendo todo al respecto.

Para llevar a cabo menuda experiencia decidí utilizar una metodología llamada Aprendizaje Basado en Problemas, que no dude en mezclar con Facebook y su opción Grupo Secreto.

El aprendizaje basado en problemas o ABP es una metodología que busca convertir al alumno en protagonista de su propio aprendizaje. A partir de un problema planteado por el profesor, el estudiante debe primero enriquecer su red de aprendizaje, para luego construir de manera colaborativa el conocimiento. Con esta metodología la misión del profesor es guiar al alumno, retroalimentar sus avances, compartir su conocimiento y experiencia y sobre todo alentarlo a que descubra por su cuenta. Como dice Cristóbal Cobos en su artículo Aprendizaje colaborativo. Nuevos modelos para usos educativos (Planetaweb2.net, 2007), la idea es que el estudiante: “aprenda haciendo, interactuando, buscando y  compartiendo”. Esta metodología se puede potenciar utilizando la opción que ofrece Facebook como ya comenté, por la posibilidad de crear un espacio de aprendizaje parecido a una habitación privada en dónde solo están presentes los alumnos, algunos expertos invitados y el profesor. Además, porque al ser una plataforma familiar para los estudiantes promueve el auto aprendizaje y la adquisición de nuevos saberes. En este caso herramientas tecnológicas tales como: Prezi, Wix, Issuu, Evernote, Dropbox, Ustream o Scream Cast o Matic.

El primer paso de este caso de éxito comenzó invitando a los alumnos a formar su Grupo Secreto de  máximo cinco alumnos en Facebook, luego bautizarse con un nombre creativo y finalmente aceptarme en su grupo. El nombre de su equipo les dio una identidad y el desafío los motivó a entrar en una dinámica de competencia que elevó el nivel de exigencia y compromiso con el curso. Luego cada grupo recibió un país árabe, de los 22 que forman la liga de países árabes, en el que debía enfocarse, así como una bibliografía especializada del curso, enlaces en Internet y  teléfonos o correos electrónicos de diversas fuentes expertas que ampliaran lo desarrollando en la tercera unidad del curso: Globalización y conflictos culturales. Algunos de los expertos recomendados fueron: Ariel Segal, Farid Kahhat y el periodista especializado en temas internacionales Carlos Novoa, entre otros.

La experiencia duró cuatro semanas y el número de interacciones en el Grupo Secreto de Facebook incremento de una manera geométrica el intercambio de información gracias al tiempo sincrónico y asincrónico que posibilita un medio como Internet. Las 24 horas del día y los 7 días de la semana estuvo abierta la plataforma, para que tanto alumnos como profesor nos asomáramos, mantuviéramos un mayor contacto, respondiéramos consultas, aclaráramos conceptos, recomendáramos múltiples fuentes en diferentes formatos: texto, vídeo y audio. Además quedó un registro de todo este río de información y trabajo que fuimos construyendo gracias a la conversación que se fue gestando.

Manuel Castells en su libro La Sociedad Red, dice que Internet “tiene una capacidad para recombinar productos y procesos de información en un determinado tiempo” y que “la recombinación es la fuente de la innovación”. Agregaría que además incrementa las interacciones y por lo tanto acelera la transferencia de conocimiento. Lo que en el mundo físico nos hubiera tomado un cuatro de meses en el mundo virtual se redujo a cuatro semanas. Los alumnos no sólo tuvieron como fuente de información al profesor sino que cada uno de los miembros del equipo jugó un rol que les ayudó a completar sus objetivos como grupo. Otro elemento clave que ya comenté fue el nivel de competencia que se generó en la clase. Nicholas A. Christakis y James H. Fowler sostienen en su libro Conectados (Taurus, 2010) que “nuestras emociones no sólo llegan a nuestros amigos, sino a los amigos de nuestros amigos y aún más allá incluso cuando no estamos presentes”. Al igual que Daniel Goleman, el autor de Inteligencia emocional, ambos autores están convencidos que las emociones se contagian. Un salón que compite y tiene alumnos interesados en demostrar su talento y creatividad puede contagiar ese estado de ánimo y sus buenas prácticas a todos. Eso se ocurrió este verano cuando el primer grupo presentó  su primer avance de trabajo en Prezi. Una herramienta ideal para presentaciones de alto impacto. Al marcar la pauta no le quedó otra opción a sus compañeros que seguir el ritmo fijado por el primer grupo y de esa forma aprender a utilizar Prezi para no quedarse rezagados en la espectacularidad de sus presentaciones. Algunos grupos fueron más allá e incluso desarrollaron un portafolio web a través del servicio de publicación de Wix, para lo cual pidieron ayuda al profesor.

En el libro La ética del Hacker y el espíritu de la era de la información de Pekka Himanen, su autor decía: “…la ética del trabajo se funda en el valor de la creatividad, y consiste en combinar la pasión con la libertad…”  No es una casualidad que esa ética sea también la de nuestros estudiantes cuando logran conectar con el desafío postulado. Facebook y la metodología llamada ABP nos permitió hacer un mejor seguimiento a nuestros estudiantes, motivarlos a explorar sus talentos, lograr que desarrollaran su capacidad de auto aprendizaje (aprender a aprender) y sobre todo lograr desarrollar un conocimiento profundo. Rodrigo Gómez, Senior System Engineer de Apple dijo en una conferencia dictada en la Universidad Autónoma de México (UNAM) el año pasado, que “la educación es algo que todos traemos en nuestro ADN”. El grupo del verano de 2012 de Globalización, le dio la razón.

(*) Es periodista y enseña en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) el curso Globalización: Enfoque cultural y económico. Dicta desde 2004 el  Taller de Periodismo Digital en esa casa de estudios. Ha colaborado en diversos medios, como podemos ver en su sitio web.

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