En “Crea & Divaga. Vida y reflexiones de Jeff Bezos”, de la editorial Paidos, el dueño de Amazon y uno de los millonarios más creativos -y también cuestionados del mundo- revela que nunca se había planteado comprar un diario. Fue un amigo cercano el que le preguntó si estaba interesado y él dijo que no sabía nada de esa industria.

Don Graham, en el libro que tiene el prólogo de Walter Isaacson, acabó por convencerlo tras decirle que en el Post había suficiente gente que sabía de periodismo, pero no de internet. Bezos confiesa que siguió su intuición. Y compró el periódico en 2013, en uno de sus momentos más críticos económicamente.

El dueño de Amazon deja en claro que los problemas no eran por el personal, talentoso y de primera, sino una consecuencia de los cambios que había generado internet. Para Bezzos estaba claro que El Post era una institución importante, “el periódico de la capital del país más importante del mundo”.

Pensó entonces que debería de ser una publicación nacional y convertirse en una internacional. “Si bien es cierto que Internet lo destruye prácticamente todo, también concede un don a los periódicos: hace posible la distribución mundial gratuita”. Era replantear el negocio.

Y en el libro anuncia que El Post es rentable y que la redacción está creciendo. Elogia a Marty Baron, el renunciante director, y anota: “creo que es el mejor jefe de redacción que hay en el ámbito periodístico”. Está tan fascinado con lo realizado que se imagina a los 90 años diciendo que tomó las riendas del Post y contribuyó a su dura transición.

¿Qué hizo con el modelo de negocios exactamente? Lo resume así: “Pasar de un modelo en el que ganábamos mucho dinero por cada lector teniendo una cantidad baja de lectores a ganar muy poco dinero por cada lector teniendo una enorme cantidad de lectores”.