Medio centenar de comunicadores salvadoreños se manifestó este viernes en una plaza de San Salvador, para exigir justicia a las autoridades tras el asesinato del camarógrafo Samuel Rivas, cometido por presuntos pandilleros.
“Esto es un basta ya a tanta muerte de inocentes, no es posible que buenas personas como Samuel mueran en este país, y por eso exigimos al Estado que debe haber justicia por nuestro compañero y amigo”, dijo Zeúz Uribe, uno de los periodistas que llegó a la plaza Salvador del Mundo, y que fue compañero de trabajo de Rivas en el Canal 21 de televisión, parte del Grupo Megavisión.
Rivas, de 28 años, fue atacado a balazos el jueves por presuntos pandilleros en la ciudad de Ilopango, a unos 10 km de la periferia este de San Salvador.
Lo mataron mientras ayudaba con tareas de remodelación de un local de una iglesia evangélica en la que se congregaba en la colonia Alta Vista en Ilopango, una zona considerada de alta peligrosidad por la policía por la presencia de pandillas.
Este viernes, el medio centenar periodistas, fotoperiodistas y camarógrafos hicieron una colecta de dinero para ayudar a la familia de Rivas con los gastos del funeral del comunicador.
Rivas es el primer comunicador asesinado en El Salvador este año, luego de que en agosto una ex presentadora de televisión fue asesinada de varios disparos por presuntos pandilleros.
“Pedimos justicia no solo por Samuel, sino por todos los salvadoreños que son asesinados en este país por criminales”, agregó el periodista televisivo Cristóbal Ayala de Megavisión.
¿Y EL ESTADO?
De acuerdo al fotoperiodista Édgar Romero, relator de libertad de expresión en la Asociación de Periodistas de El Salvador, es necesario que “como Estado se garantice la labor de la prensa en un ambiente de seguridad”.
“Muchos comunicadores vivimos en zonas de peligro, con pandillas, eso aumenta el riesgo en la profesión, no somos enemigos de nadie y por eso nos parece absurdo que trabajadores del medio sufran los efectos de la violencia”, dijo Romero.
El Salvador sumó de enero a septiembre 2.865 homicidios, una reducción del 31,4% con respecto a igual período del año pasado, según el Instituto de Medicina Legal.
Las autoridades atribuyen a las peligrosas pandillas la mayoría de muertes violentas que ocurren en el país.