Fue un shock para muchos lectores, sobre todo los más conservadores. Resulta que la revista semanal del diario francés Le Monde llevó en portada al actor porno Rocco Siffredi, quien aparece desnudo.

Cartas de protesta, comentarios indignados en redes sociales y amenazas de no comprar más el diario.

Siffredi –que ahora produce películas pornográficas– está cubierto solo con un pequeño cartel en los genitales, y un titular que a muchos parece osado: “Rocco Siffredi, una historia muy larga”.

El actor y director es entrevistado por Philippe Ridet, corresponsal en Roma. La revista le dedica seis páginas (ver reportaje).

MUJERES SÍ, HOMBRES NO

“Un dispositivo de 26 centímetros, 1700 películas y no menos de 6.000 compañeras en su cuenta. Treinta años después de su debut, el semental italiano forma una nueva generación de actores porno”, señala la revista. Sin embargo, la directora  de la revista, Marie-Pierre Lannelongue, imaginando las críticas anticipa en el reportaje que la finalidad es producir reacciones en los lectores, cuestionando por qué el cuerpo femenino puede mostrarse tan abiertamente y el masculino no:

“Para las imágenes pedimos al fotógrafo Matteo Montanari que nos mostrara a Rocco sin censuras. Sí, sin censuras. Sabiendo que el señor Siffredi está dotado de un ‘instrumento de trabajo’ de dimensiones titánicas, que lo ha convertido en un personaje, hemos decidido hacerlo ver. Ciertamente, estas fotos pueden producir choque, pero han tenido el mérito de crear un debate en la redacción. Parece que el cuerpo femenino puede ser mostrado desnudo sin problemas, mientras que el masculino no debe ser visto jamás”.

Para el defensor del lector del semanario, Franck Nouchi, la redacción de la revista explica detalladamente las razones detrás de la publicación de las imágenes.

Y Rocco Siffredi también se pronunció:  “Me había maravillado que un periódico tan ilustre como ‘Le Monde’ me pidiera posar desnudo, después pensé: El mundo ha cambiado; los franceses están más adelantados que nosotros, italianos, desde el punto de vista de las costumbres. Me equivocaba: El pene ha quedado como el último tabú. El desnudo femenino, por el contrario, se muestra libremente. Tal vez demasiado”.

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