Graciela Mochkofsky cree en el periodismo, y sus conferencias, como su trabajo, son una celebración discreta al oficio que ejerce con pasión, ahora desde la academia. La argentina que dirige la primera maestría de periodismo bilingüe en la Escuela de Periodismo de la CUNY (The City University of New York) ofreció en Lima la charla “Periodismo Post – Medios en América Latina”.

Con motivo de la presentación del Premio de Periodismo Gabriel García Márquez, Graciela Mochkofsky  compartió su experiencia con un numeroso grupo de estudiantes y periodistas peruanos. Hubo una frase que marcó la conferencia: el periodismo exige mantener viva la curiosidad.

La tecnología todavía asusta a los periodistas, a los grandes y a los chicos.

-La tecnología se aprende y simplemente hay que mantenerse informados sobre las mejores herramientas disponibles para el tipo de periodismo que uno quiere hacer.

¿En qué debemos enfocarnos los periodistas hoy?

-Lo que uno debe repensar es para quién hacemos el periodismo, cuál es nuestra relación con las audiencias, y cuál es nuestro lugar en el ecosistema periodístico. Debemos saber si queremos ser empleados de medios o hacedores de medios. Los jóvenes deben dejar de escuchar a esos periodistas mayores que dicen que ya se acabó el periodismo o que ya no hay periodismo. Al contrario, esta generación tiene la oportunidad que nadie tuvo antes: no necesitan trabajar en un medio y seguir las instrucciones de un jefe. Por primera vez pueden tener su propio medio, tener su propia voz, y hacer el periodismo que quieren con creatividad y muchas ideas.

El gran problema es el modelo de negocios. Nadie tiene la fórmula. 

-No hay formula. Lo que hacemos en Cuny es que los periodistas, según el tipo de periodismo y el nicho o audiencia que buscan, traigan la pregunta: ¿Cuál es el periodismo que quiero hacer?  Y a partir de la respuesta se encuentra el modelo. Hay medios que necesitan poquito dinero y otros que mucho. Si quieres hacer The New York Times en español hace falta tener NYT o si quieres hacer algo como El País necesitas Prisa detrás. Pero esas empresas discuten hoy cómo manejar tremendo trasatlánticos, y hay medios que no han sobrevivido Hoy tenemos la posibilidad de hacer medios más significativos e importantes y con más impacto que los tradicionales. Sin necesidad de contar con un enorme capital. Hay gente que ha encontrado soluciones. Todos los años se padece la incertidumbre de si se conseguirá el dinero, si el crowfunding será exitoso… Todo eso mantiene una vitalidad. Yo lo hice y duramos 4 años con el puercoespin.

Y cuando cerró… ¿Cómo queda uno cuando decide cerrar su emprendimiento, su proyecto periodístico?

-Fue triste. Para mí, y sobre todo para Gabriel -mi esposo- que puso buena parte de su vida en este proyecto. Creo que hicimos cosa que eran muy temprano para hacer como el crowfunding. Algo muy importante que dejó esta experiencia es la comunidad y la lealtad hacia el proyecto. Pienso que quizás debimos haberlo intentado más, pero nada esta dicho.

Se dice que las redacciones necesitan periodistas con determinadas habilidades. ¿Cuáles identificarías?

-Las habilidades son las de siempre.  Yo hago el proceso de admisión a la maestria de Cuny, y encuentro gente que ha hecho periodismo o no, que tiene experiencia en una y otra cosa. Pero lo más importante es la curiosidad, el ánimo positivo, el no quedarse quieto, el impulso de que si uno se choca con la pared hay que rodear la pared y no darse de cabeza con ella.

No todo periodista es un emprendedor. Pero hoy parece que esa es la esperanza para muchos que ya no encajan en los medios.

-No todo periodista es emprendedor, no es fácil. Hay periodistas que van a seguir formándose para trabajar en las grandes empresas periodísticas, y que seguro les irá muy bien. Tengan o no el ánimo emprendedor -que es una característica peculiar-, los periodistas van a tener que rediseñar su carrera todo el tiempo y entender que no hay una sola linea recta. A lo mejor un tiempo trabajarán en una redacción tradicional, y luego serán freelance, y más tarde harán su propio medio. Deben tener la flexibilidad suficiente para encontrar modos de hacer periodismo en distintos espacios o disposición para crearlos.

El gran dilema de abandonar la zona de confort. No todos se atreven. 

-Nunca tiene que haber una zona de confort. Y me animo a decir que los periodistas no deben tener una zona de confort, les deseo de verdad que no la encuentren. Hoy (el viernes) hablaba con un colega que decía que tenía un buen trabajo y estaba contento con el cheque de fin de mes, pero le comía el alma. Yo tengo un hijo y una familia, y entiendo la situación. Sin embargo, cuando sientes que tu alma está siendo comida por la incapacidad de hacer el periodismo que uno desea, hay un costo personal muy alto que no vale la pena pagar. Entonces sales de esa zona de confort y te atreves.

El periodismo exige mantener viva la curiosidad, señala @gmochkofsky #PremioGabo https://t.co/orxMbymCVP pic.twitter.com/TyBll21Hrb

— Clases de Periodismo (@cdperiodismo) April 22, 2016