Vergonzoso. El periodista colombiano Yesid Toro Meléndez reconoció ayer que él fue el autor del panfleto, en el que se amenazaba  a ocho reporteros, incluyéndolo a él.

“Profundamente avergonzado me dirijo a ustedes para confesarles que fui el autor del panfleto que contenía amenazas en su contra”, dice una grabación del periodista en referencia a los otros periodistas que el 28 de septiembre del año pasado aparecieron con él en un panfleto a nombre de ‘Los Urabeños’, una organización paramilitar peligrosa y bien estructurada que ha amedrentado a no pocos reporteros en el país cafetera.

La intimidación, encaminada a periodistas que cubren hechos judiciales, especialmente, de Buenaventura, desató alarma y rechazo en el gremio, como también una investigación de la Policía, detalla El Tiempo de Colombia.

En el panfleto se relacionaba como objetivos a los periodistas Gildardo Arango, Álvaro Miguel Mina, Henry Ramírez, Cristian Abadía (Corresponsal de El Tiempo en Buenaventura), Darío Gómez, Óscar Gutiérrez, Julio César Bonilla y Yesid Toro, vinculados a medios nacionales y locales en Cali y Buenaventura.

Yesid Toro Meléndez pidió perdón a las directivas y colegas de un periódico regional donde trabajó “por haber defraudado su confianza”.

Toro explicó que cometió un error ‘estúpido’ al mandar ese mensaje porque el Programa de Protección no le atendía una deuda de cinco meses ni la prórroga del esquema de seguridad y porque el dueño del carro alquilado para sus escoltas lo estaba acosando por el pago.

EL ERROR DE SU VIDA

Yesid Toro fue periodista del periódico Q’hubo y renunció hace dos meses.

“Quiero pedir perdón públicamente a mi familia, a los periodistas que resultaron afectados y a sus familias. Quiero reconocer ante ellos que cometí una estupidez, que fue el peor error de mi vida”, dijo Toro.

Yesid Toro Meléndez se dedica hace 20 años al periodismo, en los cuales ha trabajado en periódicos como El Tiempo, el Diario del Sur y El País de Cali. En una nota de El Espectador se da cuenta de las amenazas que sufrió el cronista judicial que abandonó Cali en abril de 2013. El autor de “Complot para matar al diablo” recibió en esa fecha el respaldo de las autoridades y del gremio. Por ejemplo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) condenó la amenaza y pidió a la Unidad Nacional de Protección que le brinde la seguridad necesaria. Además, le solicitó a la Fiscalía General de la Nación hacer la investigación pertinente, que lleve a la identificación y judicialización de los responsables.

En octubre de 2014 presentó el libro “Las aguas turbias”.

Ganó en 2013 el Premio de Periodismo Alfonso Bonilla Aragón, en la categoría Equidad de Género y ha sido merecedor de varios reconocimientos en el ámbito regional por sus aportes al periodismo.

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@cdperiodismo

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