El último lunes, un fiscal turco acusó formalmente a una periodista de Holanda de «propaganda terrorista», y pidió que sea encarcelada hasta cinco años, informó la prensa local.

Las fuerzas de seguridad detuvieron brevemente a la reportera independiente Frederike Geerdink el mes pasado y allanaron su casa en Diyarbakir, la mayor ciudad al sudeste de Turquía.

«No me lo esperaba en absoluto , yo estaba realmente asombrada. Pensé: ¿Qué demonios está pasando? Yo estaba enojada y sorprendida, observándolos buscar a través de mis cosas», contó a The Independent.

La acusación, aceptada por un tribunal de Diyarbakir, acusa a Geerdink de la publicación de mensajes a favor del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que incluye una exhibición de la bandera del grupo, según Hurriyet Daily News (HDNER), citado por Reuters.

Geerdink ha negado todos los cargos, y su detención provocó la protesta de los socios occidentales de Turquía, pues es un caso de intolerancia a la crítica de la administración el presidente Tayyip Erdogan, quien insiste en que sus medios de comunicación están entre los más libres en el mundo.

Geerdink ha informado de Turquía desde 2006 y se centró principalmente en cuestiones Kurdish, un tema muy sensible después de una larga insurgencia por militantes del PKK, quienes exigen una mayor autonomía.

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