Amol Rajan refirió a The Guardian que es «demasiado riesgoso» publicar caricaturas de la revista sobre Mahoma, pese a que su «instinto» le exige compartirlas.

El periódico no ha impreso de nuevo las piezas del semanario, así como el resto de la prensa del Reino Unido.

Rajan puso una caricatura de otro ilustrador para la portada de hoy, en la cual se muestra una una mano con el dedo medio levantado emergiendo de la portada de la revista. Pero él se sintió «muy incómodo» con su decisión de no volver a imprimir las caricaturas de Charlie Hebdo, y lo describió como «autocensura».

Rajan dijo que tenía un deber para con su personal y tuvo que usar un «principio de equilibrio con pragmatismo».

A un programa de la BBC Radio 4 refirió que no le gusta la idea de otorgarle a los fanáticos religiosos una victoria al no publicar lo que le gustaría. «El hecho es  que como un editor, usted tiene que equilibrar sus principios con el pragmatismo, y sentí ayer por la tarde un par de diferentes principios contradictorios: sentí el deber de los lectores; el deber de los muertos. Sentí  el deber de periodismo y también sentí el deber con mi personal».

«Creo que lo importante no es sólo si se debe mostrar al profeta Mahoma, sino decir que esos dibujantes no serían silenciados», agregó.