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Lecciones de dos periodistas venezolanas que se enfrentaron al poder
Por Milagros Olivera Noriega
Publicado el 28 de agosto del 2014
Son dos reporteras que enfrentan al poder desde el periodismo, sin amedrentarse. Se trata de las ganadoras de la Mención del Premio María Moors Cabot, las periodistas venezolanas Laura Weffer y Tamoa Calzadilla. Ambas trabajaron como redactoras en el diario Últimas Noticias y revelan en una entrevista la importancia de que existan unidades de investigación en los medios de comunicación.
Como periodistas independientes han debido sortear los controles impuestos por el orden político. Es más, a inicios del 2014, Weffer fue censurada por Últimas Noticias (puedes leer la investigación que originó la censura haciendo clic aquí).
Previamente, sus nombres sonaron con fuerza luego de que en 2005 reciban el reconocimiento que otorga el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y Transparencia Internacional para Latinoamérica y el Caribe (TILAC), gracias a una serie de trabajos, con los cuales mostraron la red de encubrimientos de evidencias que se ocultaban en la averiguación policial del asesinato del fiscal Danilo Anderson.
La entrevista fue publicada en el portal venezolano Tal Cual digital. Es una versión, de primera fuente, de la situación que afrontan los periodistas (en este caso venezolanos) a la hora de informar. A continuación, reproducimos los pasajes más importantes de la entrevista realizada por la periodista Elizabeth Araujo.
–¿Este reconocimiento del Premio Maria Moors Cabot significa que, a pesar de los controles del gobierno, en Venezuela se hace todavía periodismo de investigación?
Tamoa Calzadilla: Así es, porque el periodismo de investigación y el buen periodismo en general no dependen del gobierno ni de las industrias de medios, sino de los periodistas. Gracias a Dios. Aquí en Venezuela hay muchos periodistas comprometidos con el oficio de contar verdades.
Laura Weffer: Mientras más controles se impongan desde el poder, más justificación y pertinencia tiene el periodismo de investigación. Siempre ha resultado incómodo, siempre ha tenido cortapisas; pero en estos últimos diez años, han arreciado los obstáculos. Este premio para nosotras constituye un reconocimiento a la perseverancia y un mensaje a los que tienen cosas que esconder: de alguna u otra forma la verdad siempre saldrá a flote.
–¿Cuál es la historia de este trabajo que recibe una mención especial en estos premios, que son como una suerte Pulitzer en la región?
TC: Entiendo que no es por un solo trabajo sino por toda una labor en la Unidad de Investigación de la otra Últimas Noticias; pero hacen hincapié en el trabajo sobre la responsabilidad de funcionarios del Sebin en la arremetida a tiros contra manifestantes y la muerte de Bassil Dacosta, que fue un gran trabajo de equipo, y la crónica que censuraron a Laura, razón final por la que renuncié. La historia que une a ambas es la de un equipo que fue maravilloso, que supo trabajar aprovechando el potencial de cada quien y que nunca desmayó en su tarea de hacer periodismo en medio de presiones del gobierno contra los medios para ejercer censura y provocar que los medios se conviertan en máquinas de propaganda oficial. El Premio María Moors Cabot suele poner el ojo en países donde se hace periodismo en ambientes hostiles y adversos.
–¿Cuánta importancia tiene la labor de investigación en los medios de comunicación?
LW: Yo creo en el periodismo bien hecho, con cualquiera de sus apellidos. El diarismo cumple una misión vital, la crónica, el reportaje, la entrevista. El periodismo de investigación lleva más tiempo, más precisión, más labor de filigrana. Creo que es una modalidad de periodismo que definitivamente hace la diferencia en cualquier medio. y aunque entiendo que en términos económicos no es lo más rentable, la posibilidad de tener una voz y una agenda propia es invaluable.Hay quienes se preguntan por qué tanto ruido con esto de la libertad de expresión si antes de que Hugo Chávez llegara al poder los periodistas se enfrentaban a los mismos problemas de presión por parte de los jefes y propietarios.
TC: El periodismo de verdad siempre incomoda al poder. Aquí y en todas partes. La diferencia es que en las verdaderas democracias, el poder entiende que es sana la crítica, la oposición, el periodismo. En las democracias débiles, los gobiernos se ingenian para presionar, doblegar, castigar e impedir el trabajo a los activos de la prensa libre. Es el caso de Venezuela. Siempre criticamos cualquier intento de cualquier gobierno por amenazar y acallar a la prensa.
LW: Siempre ha habido problemas para los periodistas, pero los actuales tienen un ropaje distinto. Ni la censura, ni la autocensura, ni las presiones se crearon con el gobierno de Hugo Chávez. No obstante, esta agresiva compra de medios, el desconocimiento de quiénes son los dueños, la hegemonía comunicacional, la opacidad en la información institucional, la falta de contraloría para el Gobierno, el convertir al periodista en enemigo; todas estas son “innovaciones” que se han enquistado durante este período que inició Chávez.–¿Cuáles son los obstáculos a los que a diario chocan los periodistas en su misión de indagar la verdad de un hecho noticioso?
TC: La falta de acceso a la información pública, que es una constante, una política de Estado.
LW: Desde lo más íntimo, como lo es la autocensura (que pasa sobre todo en los periodistas que militan en una causa política), pasando por la polarización, la falta de acceso a la información, la agresividad, la complicidad del Gobierno con las fuentes del poder, el engaño; pero sobre todo el miedo. La figura de la “garganta profunda” que eventualmente filtraba algunos datos o información, casi no existe. Existe terror a ser relacionado con un periodista, porque de seguro, esto tendrá una consecuencia en su carrera profesional. especialmente si se trata de la administración pública.–¿Cuál es a juicio de ustedes los criterios para desarrollar un buen periodismo de investigación?
TC: Investigar e investigar, aprender nuevas técnicas para encontrar lo que otros quieren esconder, prepararse y seguir investigando, luego encontrar espacios y formas para llegarles a las audiencias.
LW: Ser curioso, acucioso, informado e insistente hasta el cansancio. La verdad es que aquí cabe otra palabra, pero como es horario todo público, mejor dejamos cansancio.
Puedes leer la entrevista completa haciendo clic aquí.
Publicado por:
Milagros Olivera Noriega
Feminista. Estudio Periodismo en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Fui editora de Cultura de Diario16.
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