Escribe: Marcelo De Angelis, periodista (Argentina)

A pocos días de dejar la Presidencia de Chile, Sebastián Piñera decidió concretar la venta a capitales privados del diario digital La Nación, de gestión pública. La operación se realizó en 320 millones de pesos en favor de la empresa asesora Novoa y Compañía Limitada, que superó los 106 millones de pesos ofertados por el diario electrónico El Mostrador, y ahora se espera que informe su determinación sobre el destino del medio de comunicación y sus trabajadores.

Daniel Platovsky, hasta entonces presidente de La Nación, le presentó a Piñera su renuncia y le comunicó su negativa a ejecutar la venta, que finalmente tuvo que ser realizada por Sergio Frías, Tesorero General de la República. “Vender el diario impide cualquier posibilidad de convertir a La Nación en un medio de comunicación público, regulado por un estatuto, autónomo, independiente, con su eje editorial orientado a cumplir con el derecho de información y pluralismo que las sociedades desarrolladas demandan del Estado. Esto es un medio al servicio de los ciudadanos y no del gobierno de turno o de un grupo de interés político o económico”, había declarado el Sindicato Nº 3.

El proceso de liquidación y venta fue resistido con firmeza por sus trabajadores, acompañados por colegas de otros medios, dirigentes sindicales y del Colegio de Periodistas, quienes se manifestaron frente a la oficina donde accionistas y mandatados formalizaban la venta, formando una cadena humana con la intención de impedirla.

La respuesta de la asociación liquidadora fue llamar a Carabineros y reclamar el desalojo. La acción represiva, según informó ADN Radio, dejó un saldo de ocho profesionales de los medios de comunicación detenidos, además de Nancy Arancibia, presidenta de los trabajadores de La Nación, y Javiera Olivares, vicepresidenta del Colegio de Periodistas, quienes fueron llevados a la 3° Comisaría de Santiago Seis y liberados horas más tarde, algunos de ellos con lesiones constatadas en la Asistencia Pública.

Marcelo Castillo, presidente del Colegio de Periodistas, advirtió que 23 profesionales podrían quedar sin trabajo si los nuevos propietarios deciden cerrar el diario. “Esto es un atentado en contra de la libertad de prensa. Creemos que es fundamental que exista medios de comunicación pública en Chile, justamente porque hace falta mucho más pluralismo en el país”, agregó.

Los pasos dados hacen prever que el diario se encamina a su desguace. Hace pocos días la Comisión Liquidadora vendió el archivo histórico de La Nación –con 97 años de historia- a la universidad privada Diego Portales (UDP), por una cifra de 160.000 dólares (80 millones de pesos).

Consultada la presidenta electa, Michelle Bachelet, acerca de la venta del diario estatal, afirmó sin más precisiones que “aspiro a que Chile tenga bienes públicos en los medios de comunicación. Totalmente públicos, tanto en los medios de comunicación como en la televisión”.

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