La doctora Linda Henkel de dicha institución concluyó en  que se puede tener un buen registro fotográfico de un evento o una buena memoria, pero no ambos. El reporte se basó en la evaluación  progresiva de los asistentes diarios a la escuela de arte del centro universitario.

Henkel refirió a The Telegraph que todo se trata de la atención dividida. “Confíar en la tecnología para recordar puede tener un impacto negativo en lo bien que pueden recordar sus experiencias”, indicó.

Aún se están realizando más pruebas para determinar los efectos que tiene la práctica fotográfica en la memoria. 

Otros estudios citados sugieren que la creación y apreciación de las fotografías pueden ayudar a reforzar la memoria, pero Henkel dice que la proliferación de imágenes digitales han debilitado ese efecto.

“Con el fin de recordar, tenemos que acceder e interactuar con las fotos, en lugar de simplemente acumular esos recuerdos”, explicó a The Telegraph.

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Vía The Telegraph