China es un país agresivo e inflexible para los periodistas que se encuentran en su territorio cubriendo la información. ¿Cómo se las arreglan los medios para escribir lo que allí sucede? Margaret Sullivan, defensora del lector del diario The New York Times, cuenta la experiencia de su organización en una última columna.

El mercado chino, cuenta Sullivan, es muy lucrativo e importante para la rentabilidad del medio y en donde el valor de las noticias es alto. Hay historias que son de crucial interés para la nación de 1,3 millones de personas.

¿Hay que actuar de forma agresiva, con cautela, sin miedo, de forma competitiva? Según la editora, estas preguntas están en la mente de los editores y ejecutivos de los medios de información, y quizá las respuestas estén en las decisiones del periódico y en el balance de las empresas.

ALGUNOS DATOS DEL NYT:

• El año pasado, The Times publicó un artículo de David Barboza sobre la enorme riqueza de la familia gobernante de China. El artículo ganó un premio Pulitzer, pero ocasionó que el Gobierno chino bloquee el sitio web de NYT en China, lo cual ha generado una perdida de US$ 3 millones en ingresos hasta el momento.

• La revista Fortune informó la semana pasada que las autoridades chinas irrumpieron en las oficinas de Bloomberg News en Shanghai y Beijing para llevar a cabo inspecciones, poco después de que The Times escribiera sobre el artículo en disputa y todavía inédito.

• Reporteros estadounidenses en China tienen problemas para obtener sus visas de residencia renovadas y pronto pueden verse obligados a abandonar el país.  NYT tiene una docena de personas que informan sobre China.

• Los sitios web de The Wall Street Journal y Reuters fueron recientemente bloqueadas, y Bloomberg ha estado bloqueada durante muchos meses.

Según Sullivan, “hay mucho en juego y en las circunstancias difíciles, tanto para la recopilación de noticias como para los negocios basados ​​en las noticias”. Dice también que desde una perspectiva de noticias, su medio tiene la ventaja, pues “no se inmuta” a la hora de informar sobre críticas a China.

Vía NYT

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