La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) ha estado escuchando sistemáticamente al gobierno mexicano por años. Este domingo el diario alemán Der Spiegel reveló que se hackeó la cuenta de correo electrónico del entonces presidente Felipe Calderón y de su gabinete. El actual jefe de Estado, Enrique Peña Nieto, no se salvó. Sus conversaciones a través del celular eran escuchadas de manera sistemática.

La noticia, advierte el diario, podría perjudicar las relaciones entre México y los EE.UU.

La denuncia se basa en nuevas filtraciones del excontratista de la agencia, Edward Snowden. La documentación da cuenta de que el operativo para espiar los correos fue reportado en mayo de 2010 por la NSA bajo el nombre de Flatliquid.

La NSA se infiltró en un servidor de la presidencia en una operación “ultrasecreta” a cargo de la unidad de Operaciones de Acceso A la Medida (Tailored Access Operations -TAO) que se perpetró desde San Antonio, Texas, y las embajadas estadounidenses en México y Brasil.

“La TAO explotó con éxito un servidor de correos clave en el dominio de la presidencia mexicana en la red presidencial para obtener el primer acceso a la cuenta pública de correo electrónico del presidente Felipe Calderón”, señala el diario.

La operación  permitió a la NSA obtener información de los cárteles de la droga y acceder a conversaciones diplomáticas.

Laura Poitras, una de las periodistas que junto con Glenn Greenwald han tenido acceso a los archivos completos de Snowden, escribió el artículo junto a Jens Glüsing ,  Marcel Rosenbach y Holger Stark. 

ESPIONAJE A PEÑA NIETO

El informe detalla también aspectos del espionaje a Enrique Peña Nieto, actual presidente de México. Según el diario, en el verano pasado, antes de la elección presidencial en México, Estados Unidos espió durante dos semanas los celulares de Peña Nieto y de nueve de sus colaboradores más cercanos.

Los analistas utilizaron un software para conectar los datos en una red, que se muestra en un gráfico que se asemeja a un enjambre de abejas. El programa filtraba los contactos más relevantes de Peña Nieto y los introduce en una base de datos llamada “DishFire.” A partir de entonces, los teléfonos móviles de estos individuos fueron seleccionados para la vigilancia.

En total, la NSA interceptó 85,489 mensajes de texto, algunos enviados por el propio Peña, y otros por sus colaboradores.

Der Spiegel buscó la respuesta de la agencia sobre lo ocurrido. NSA dijo que no iba a comentar públicamente las actividades de inteligencia.