La rotación de personal en los medios es cada vez más frecuente, lo cual dificulta el desarrollo de procesos. Pero no solo eso: muchas veces perdemos a gente muy valiosa. ¿Cómo conservar a los periodistas más talentosos?  No es fácil tomar medidas cuando la competencia ofrece un sueldo más atractivo, pero no todo es dinero y algo podemos hacer los jefes.

–Al periodista talentoso hay que cuidarlo. Esto no significa mimarlo y pasar por alto sus indisciplinas. Pero podemos hacerlo sentir cómodo al permitirle libertad para estudiar un diplomado o una maestría. Es decir, toca armar nuestros horarios en función al suyo con la finalidad de que se sienta a gusto y al mismo tiempo debemos hacerle entender que tiene mucho para dar, por lo que le toca organizar su tiempo. Podemos propiciar que la empresa pague parte de la capacitación o que invierta en un entrenamiento de alto rango. ¿Por qué no? Los jefes tenemos que hacer el esfuerzo. También resulta buscarle talleres para los temas de su interés o para disciplinas que aún no maneja.

1. Nuevos retos. No se trata de darle más y más trabajo. Una buena idea es ofrecerle nuevas responsabilidades. Podemos cambiarlo de sección, incluirlo en proyectos ambiciosos y más. La idea es que no se sienta aburrido. El aburrimiento es fatal: nos convierte en máquinas que publicamos sin amor y sin pasión. Este tipo de periodista ya no es útil para la organización.

2. Reconocer su trabajo. Es posible que el exceso de trabajo y las múltiples responsabilidades nos lleven a ignorar los logros de nuestros mejores periodistas. Es momento de tomar una pausa y de felicitarlos directamente e incluso de manera pública. En estos tiempos, incluso, no solo podemos hacerlo en el centro de la sala de redacción. Un tuit o un mensaje público en Facebook puede ser estimulante.

3. Agotar todas las vías para conseguirle un aumento de sueldo. No hay peor lucha que aquella que no se hace. Debemos insistir con los que toman las decisiones económicas en la redacción. Podemos buscar un aumento, un bono o algún tipo de incentivo.

4. Un viaje de placer-trabajo. ¿Por qué no mandar a nuestro periodista más talentoso a un viaje innolvidable? A las redacciones llegan numerosas invitaciones para cubrir presentaciones o lanzamientos en sitios de ensueño o ciudades que cualquier periodista quisiera conocer. Un periodista talentoso sabrá aprovechar el viaje para divertirse y encontrar una buena historia más allá de la conferencia-encuentro oficial.

5- Tomar en cuenta sus ideas. Si durante meses, a veces años, el periodista nos ha pedido tener un blog o escribir una columna, quizás ha llegado el momento de apoyar su propuesta.

6. Las historias que siempre quiso contar. En un medio de comunicación, el trabajo es incierto. Hoy nos toca una historia fascinante y mañana una nota muy aburrida. Lo triste es cuando la rutina nos atrapa y nos movemos entre conferencias de prensa, notas de prensa y comunicados. Ha llegado la hora de preguntarle al periodista qué historia le gustaría contar. Si es un profesional de primera seguro tendrá algo bueno entre manos. Vamos a impulsar esta historia y darle el tiempo para que lo haga.

7. Firmar sus notas. Hay que acariciarle un poquito el ego, pero solo un poquito. Si sus notas no aparecen firmadas vamos a firmarlas, siempre que valgan la pena. Posiblemente lo hemos dejado pasar porque el nuevo diseño no lo permitía. Incluso, es una buena idea citar su cuenta de Twitter debajo de su nombre. ¿Por qué no?

Publicado por:

Esther Vargas

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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