Ser la primera serie online nominada a los Premios Emmy no es poca cosa. Con este logro, House of Cards no sólo ha demostrado lo rentable que es producir un programa para su consumo vía Internet, también ha dejado en evidencia que la experiencia de ver televisión ha trascendido la pantalla.

Netflix ha cambiado la forma de estar frente a un televisor, por eso crece cada vez más su audiencia y los adeptos a su propuesta. Lo más valioso en esta novedad es que, en sí, no es una novedad. Los creadores aprovecharon una experiencia ya existente y la adaptaron a esta nueva era digital, para lo cual también se necesita creatividad y mucha imaginación.

«A HBO le tomó 25 años conseguir su primera nominación al Emmy. A Netflix le tomó seis meses», expresó David Bianculli, bloguero en Worth Watching TV, a New York Times. Es una forma de medir el éxito e impacto que ha generado. House of Cards, su más destacada producción, fue lanzada en febrero de este año.

Pero muy pocos ven el verdadero negocio de Netflix: evitó amenazar a los proveedores y distribuidores de películas, y ahora elabora sus propios productos. Se ha convertido, además, en la mejor plataforma para exhibir series televisivas, esas que las personas buscan para verlas otra vez.

Mientras Netflix sigue ganando terreno se encontrará con más obstáculos. Su éxito hará que otras cadenas le restrinjan el acceso a su contenido, como señala David Carr, del NYT. Pero esto también le servirá para consolidarse, ya que mientras las marcas intentan innovar, la plataforma de videos queda como una opción intacta para consumir nuevas historias.

Fuente: New York Times

Publicado por:

Alvaro Reyes

Editor de contenidos en @cdperiodismo

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