Georg Mascolo, de la revista impresa, y Mathias Muller von Blumencron, de la versión digital, no lograron crear una estrategia común en favor del producto. Ambos se declararon la guerra y acabaron fuera de la organización. La disputa empezó en 2008, el mismo año en que ambos asumieron el control de la revista. En 2011 se dividieron la responsabilidad. Para mediados de 2012 se creyó que podría prosperar un ‘matrimonio’, pero todo se vino abajo con la propuesta de introducir un paywall en el sitio Spiegel Online. Blumencron se opuso a la idea mientras que Mascolo era partidario de su introducción.

En esta cronología de la relación de los dos directores se muestra claramente que la situación acabó por perjudicar a los empleados, quienes veían una organización sin norte.

Mascolo, de 48 años, y Müller von Blumencron, de 52, reemplazaron a Stefan Aust, un icono entre la prensa de investigación alemana.

Las ventas del semanario han caído desde 2008 de 1,05 millones de copias a menos de 900, 000 mientras el Spiegel Online tenía 5 millones de visitantes, siendo el segundo sitio más visto por detrás del Bild.

Los directivos del Grupo Spiegel aspiran a recuperar ventas en papel y a sanear las cuentas del grupo. En una nota oficial, citada por El País, la empresa habló el martes de “diferentes conceptos de desarrollo estratégico” para la revista y su web, que es el portal de noticias más visitado de Alemania