Ilustración sobre tema del diario Moskovski Komsomólets (MK)

Hasta 6,500 dólares podría pagar un medio de comunicación ruso por difundir una palabrota. Un grupo de expertos filólogos se encargará de determinar si las palabras o expresiones empleadas son motivo de sanción.

Así lo estipula la ley que ha sido aprobada por las dos principales cámaras de Rusia (la Asamblea Federal y el Parlamento) y  que cuenta con el apoyo del Gobierno, el cual se ha comprometido a ayudar que se cumpla con la finalidad de proteger a los niños del lenguaje obsceno que a veces se estila en las organizaciones de noticias de ese país.

La iniciativa fue aprobada en medio de un escándalo por un artículo en el diario Moskovski Komsomólets (MK), donde el periodista Georgui Yan cuestionó a la jefa del Comité Anticorrupción de la Duma, Irina Yarovaya, a quien activistas opositores habían hallado una vivienda de lujo no declarada en el centro de Moscú.

El periodista tildó de «prostitución política» las actividades de la actual diputada oficialista, término que provocó la indignación del partido oficialista Rusia Unida y un gran número de reacciones.

El vicepresidente de la Duma, Serguéi Zhelezniak, uno de los dirigentes del partido oficialista Rusia Unida, subrayó que un creciente número de ciudadanos se dirige a las autoridades para que restrinja el uso de palabrotas en prensa escrita y televisión.

Para el diario MK la ley es abusiva y así lo deja saber en un amplio artículo, donde no falta la ironía sobre el tema.