Claves
Un periodista que se busca la vida en su blog, en las redes sociales y ahora en un ebook
Por Esther Vargas
Publicado el 08 de mayo del 2012
Ander Izagirre sostiene que las herramientas más importantes para un reportero siguen siendo las botas y el cuaderno. Las historias más interesantes las ha encontrado -dice- fuera de Google, pero reconoce que la red es imprescindible y maravillosa para los periodista. Se declara un enredado entusiasta y disfruta hacer periodismo un poco al margen de los medios tradicionales. Lo está haciendo en su blog, en sus redes sociales y ahora mismo en un ebook.
“Groenlandia cruje (y tres historias islandesas)” es el primer ebook del periodista español y el tercer título de la colección ‘El mejor periodismo’ de la editorial eCícero, la cual ha apostado por el ebook como un nuevo formato, entre la revista y el libro para los reportajes y las crónicas .
¿Crees que el periodismo está encontrando un buen lugar en los ebook?
-Parece una vía prometedora para las historias un poco más extensas que las habituales en los medios. A veces escribo crónicas sin pensar en ningún límite físico, dedicándoles el espacio que creo que necesitan, pero luego no encuentro cómo publicarlas: demasiado largas para un diario o una revista, demasiado cortas para un libro… De pronto, los ebooks abren un espacio para ese tipo de periodismo sin preocupaciones de espacio, y permiten divulgar las historias de una manera sencilla y barata. Como dice el editor de eCícero.es, ahora los periodistas podemos estirar las piernas.
‘Groenlandia Cruje (y tres historias islandesas)’ es el tercer título de la colección ‘El mejor periodismo’ de la editorial eCícero. Cuéntanos la experiencia.
-Soy un novato total y esto de publicar un ebook me está pareciendo una experiencia muy interesante. Supongo que la cosa aún está muy verde, que todavía hay poca gente que lea libros en dispositivos electrónicos, pero estoy descubriendo una nueva manera de divulgar mi trabajo. A mí, como periodista autónomo, me resulta mucho más difícil publicar reportajes en los medios tradicionales ahora que hace tres o cuatro años. Los diarios y las revistas lo están pasando mal y entiendo que no paguen por historias como las mías, que no son de estricta actualidad y seguro que son perfectamente prescindibles. Pero descubro que hay suficientes lectores a los que interesan mis crónicas, reportajes y libros, que ahora esos lectores pueden llegar a mis historias sin pasar por los medios, veo que algunos están dispuestos a pagar unas moneditas, y que gracias a internet puedo llegar a ellos aunque estén dispersos. Me parece importante que existan medios fuertes, que sean el soporte para un buen periodismo continuado, pero yo como periodista autónomo me tengo que buscar la vida cada vez más al margen de ellos, y lo voy haciendo poco a poco a través de mi blog, de las redes sociales, de los ebooks y también de los libros de papel, por supuesto.
HAY SUFICIENTES LECTORES
¿Por qué los medios están dejando de dar espacio a las historias?
No lo sé. Es su negocio, yo no lo conozco por dentro y no soy nadie para decirles qué tienen que hacer. Supongo que con los aprietos económicos han decidido dejar de comprar o comprar menos historias de periodistas de fuera de la plantilla. Quizá consideran que la mayoría de la gente no quiere leer textos más largos, y quizá tengan razón, no lo sé. Algunos, por suerte, mantienen apuestas interesantes por los reportajes y las crónicas. Pero es su negocio, y yo a lo mío: compruebo que hay suficientes lectores que tienen ganas de leer con calma, historias más extensas, más trabajadas, más pausadas. Y ese periodismo, sin renunciar a los medios tradicionales, tiene nuevos espacios en los blogs, en las revistas digitales, en los ebooks, en los libros de papel, y ahí es donde quiero trabajar yo.
Te defines como un periodista satélite. ¿De qué se trata?
Soy un periodista autónomo. Tengo el privilegio de decidir por mi puro capricho los temas que me interesan, los viajes que hago, el tiempo que les dedico y el enfoque que les doy. No tengo ninguna seguridad económica pero sí una gran libertad. Tampoco trabajo pegado a la actualidad, me atrae moverme por asuntos más atemporales, por la crónica y otros terrenos vecinos, como la literatura de viajes, los perfiles de personas que no tienen relevancia pública pero que hacen cosas muy interesantes, artículos con historietas locales y pequeñas escenas… Me gusta contar historias y ya está.
¿Las historias serán rentables en el futuro? ¿Lo son ahora?
Solo puedo hablar por mí: cuando me meto con alguna historia, sobre todo si incluye viajes a países lejanos, no tengo ninguna seguridad de que vaya a ser rentable. Mi gran suerte es que eso no me preocupa ni me condiciona. Mi suerte es que necesito poco dinero para vivir contento, y por eso disfruto del lujo de no preocuparme casi nada por rentabilidades. Sé que algunas historias me harán perder dinero pero sé que otras de repente funcionan muy bien. Las publico en medios de varios países, me sirven para dar charlas y proyecciones remuneradas, reciben algún premio, me abren puertas para encargos y propuestas de trabajo bien pagadas… A mí, al final, en conjunto me salen rentables. Y luego hay otras rentabilidades, no económicas, que no se pueden medir y que me dan satisfacciones enormes: por ejemplo, que gracias a mis trabajos de años anteriores me contraten para acompañar dos meses como cronista a una expedición de montañeros a la cordillera del Karakórum. ¿Cómo incluyo el enorme beneficio de esa experiencia en una tabla de cálculo?
¿Cuáles son las claves de un buen reportaje?
Debería contar una historia que nos toque alguna tecla interior, nos haga sentir que esa historia nos incumbe aunque sea remota, nos descubra la conexión que tenemos con otras personas incluso en circunstancias muy distintas de las nuestras. Me parece que los viajes y el periodismo comparten una esencia muy valiosa: sirven para acercarse a los demás. Me apasionan las historias que nos ayudan a conocer la increíble variedad de modos de vida y a la vez nos hacen sospechar que todos tenemos algo en común, que nos despiertan empatía, ya sea con una persona de las antípodas o de nuestro barrio.
LO QUE GANA EL PERIODISTA QUE PUBLICA UN EBOOK
A Ander le han estado preguntado sobre sus ganancias por publicar su ebook. En Twitter, donde tiene más de 2,000 seguidores, ha respondido así.
2) De los 2 euritos, ¿cuánto le queda al artista? Voy al 50% con @ecicerolibros (si lo compráis en otras webs,se quedan obviamente con un %)
— Ander Izagirre (@anderiza) mayo 8, 2012
“Groenlandia cruje (y tres historias islandesas) ” cuesta 1,99 euros y se puede comprar en los formatos de archivo ePub, Mobi y PDF en las plataformas de Amazon.com, iBookstore (Apple) y en la página de la editorial (www.ecicero.es). Los títulos de eCícero se venden sin protección anticopia (DRM)
Publicado por:
Esther Vargas
Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.
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