La información muchas veces puede ser intervenida por extraños con fines que pueden perjudicarte. Por eso, no hay que confiar en nuestro registro de datos. Tampoco en lugares que puedan guardar nuestros mensajes porque pueden, de muchas formas, ser interceptados o hackeados.

Presentamos una serie de recomendaciones para evitar que eso pase.

1- Divide el mensaje en pedazos.
El mensaje es un conjunto de información. Si lo divides en partes y lo envias de esa manera, tu información será más difícil de rastrear al ocultarlo en fragmentos.

2- Envía un mensaje suicida.

Envía un mensaje para que solo sea leído una vez. El sitio web Privnot permite compartir este tipo de mensajes. Solo entra al sitio, introduce la información «confidencial». La acción te dará un enlace que puedes enviar al contacto. Luego de haber revisado la información, este mensaje se eliminará inmediatamente.

Otra alternativa bastante amigable es DestructingMessage.

3- Compartir una sola contraseña.

Si existen dos administradores, lo lógico es que ambos manejen la misma información, por más confidencial que sea. ¿Cómo compartir la misma contraseña? Con LastPass podrás enviar textos encriptados.

4- Encripta tu información.

Clásico y sencillo. Toma un archivo de texto, guarda y coloca una contraseña, una que solo tu  colega sabrá. Luego el destinatario puede utilizar la información para descifrar el archivo o bien utilizar un programa. LockNote es de mucha utilidad

5- Envía tus mensajes de forma confidencial.

Gmail, por ejemplo, registra la información en el chat. Pero también cuentan con el modo «off the record», quedando las conversaciones fuera del registro. Sin embargo, tu contacto sí podrá mantener todos los mensajes en su computadora.

Vía Makeofus