Mario Flores Vargas, conocido como Spameo Flores

En México, un tuit te puede llevar a prisión.  Primero ocurrió en Veracruz, y luego en Ciudad de México, donde el domingo un joven fue arrestado violentamente por bromear con la muerte del secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora. A estos hechos debemos sumar el asesinato de cuatro personas en Nuevo Laredo.  Se presume que los mataron por denunciar la violencia en las redes sociales.

Mario Flores está en libertad, pero lo ocurrido pone sobre la mesa el riesgo que enfrentan los usuarios de las redes sociales en este país.

Conversamos con el abogado Jesús Robles Maloof , destacado activista de derechos humanos en México, sobre lo ocurrido con el tuitero Mario Flores y el peligro de usar las redes sociales para informar y denunciar.

-¿Qué opinión tienes del comunicado de la PGR sobre el caso del tuitero detenido?

-Tanto el comunicado como la actuación de la PGR en la detención de Mario Flores  generan dudas fundadas sobre su ilegalidad. Se presentaron ante Mario con engaños y fue sometido por la fuerza en un operativo que involucró a más de 12 agentes encubiertos que no se identificaron plenamente, ni sus vehículos tenían logotipos de la policía o de la PGR. Esta actuación fue mucho más cercana al estilo que operan las bandas criminales que al de una institución que se precia de ser autoridad. No permitieron el acceso del abogado de Mario hasta muy avanzada su comparecencia, ni de persona de su confianza. El comunicado no habla de su detención y se presta más a la confusión. Textualmente dice:  “Con la finalidad de agotar todas y cada una de las líneas de investigación…”. Lo que debemos suponer que existe una línea de investigación relacionada con la actividad de usuarios en medios sociales, sin que conozcamos los fundamentos legales de tal actuación y el área de la institución que la realiza ni cuanto presupuesto ejerce. Después afirma que “no existe relación entre la publicación del tuit y el “accidente aereo”, lo que resulta contradictorio con la detención de Mario y la actuación misma de la PGR.

-¿Como un tuit te hace testigo de un caso como el accidente aéreo de un funcionario del Estado?

-Es la pregunta que no ha resuelto la autoridad. ¿Cómo le atribuyen a Mario la calidad de testigo? Sobre todo porque es claro el tono sarcástico que Mario usa en sus tuits. No existe ningún indicio que vincule a Mario con el accidente y en ninguna parte del mundo el sarcasmo te convierte en testigo de nada. Resulta una inconsecuencia de la PGR que destinen tanto tiempo y recursos humanos a una labor de recopilación de datos que no servirán en la indagatoria. Las autoridades con actos como estos se desprestigian y dañan a las instituciones de justicia. Otro tema es que otros usuarios de internet pusieron tuits similares. ¿Quiere decir que serán citados?

-¿Se ha agravado la situación de los usuarios de redes sociales en México? Han pasado de tuiteros detenidos por presunto delito de terrorismo a tuiteros detenidos por bromas, ciertamente de mal gusto, pero bromas al fin?

-Se ha agravado notablemente desde iniciativas que castigan el uso de internet con prisión, hasta propuestas para terminar con el anonimato, detenciones, homicidios y amenazas hasta estrategias más sutiles de saturación de mensajes a través de la contratación de empresas de telemarketing. Conforman un grave panorama para la libertad de expresión en internet. El origen de todo es la incapacidad de los gobiernos para aceptar que a través de Internet la ciudadanía tiene voz, que hablará con libertad. Mientras con la audiencia pasiva de los mass media, el político no tenía problemas, ahora que la gente puede hablar y que es escuchada la situación les resulta intolerable.

NO NOS CALLARÁN

-¿Qué deberían hacer los usuarios de redes sociales en México para evitar acciones de mordaza?

-Debemos tener una reacción inmediata ante casos como los de Mario. Cada vez que lleven a un usuario de internet detenido tendremos que ir por él como un compromiso básico de defensa de la libertad de expresión. Tenemos que exigir de nuestras instituciones un respeto irrestricto a los derechos humanos constitucionales y,  lo más importante, seguir utilizando la red para hablar y expresarnos con plena libertad.  Los derechos son como músculos que si no usamos se atrofían. Que el mensaje llegue claro. No nos callarán porque en tiempos de violencia y abuso de autoridad, lo verdaderamente criminal sería quedarnos callados.

Publicado por:

Esther Vargas

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

Sígueme

Facebook Twitter