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¿Cómo ingresar a Periodismo en Columbia? (Parte 2)

Por Esther Vargas

Publicado el 01 de agosto del 2011

El autor y María Alejandra Pautassi (Colombia) con Jack Howard Potter, administrador de la Beca Internacional Jack R. Howard, de la Fundación Scripps.

 

Parte 1

Paso cinco, el dinero. Si hay algo que aprendí, es que hay dinero disponible. No alcanza para todos, pero está allí para quienes quieran pelear por él.

El “sistema”, esa alegoría para referirnos al orden de las cosas, dicta que hay becas oscuras, escondidas, en ONGs de bajísimo perfil o en manos de una infinidad de asociaciones e instituciones de todo calibre, esperando a que las encuentres y que postules por ellas.

Las becas piden algo. Siempre.

Lo más común es un ensayo en inglés, en los términos, plazos y extensiones que estas personas determinan. Es tedioso escribir ensayos refutando ideologías políticas conservadoras (como lo hice cuando postulé a los 5 mil dólares que ofrecían por comentar uno de tres textos del nuevo libro ultra conservador New Threats to Freedom), o sumergiéndote en los recovecos de un tema que no te interesa en lo absoluto. “Postulas a 13 becas, agarras 1 o 2”, me sintetizó en un café mi tocayo y compatriota Sandro Parodi, él mismo un Magíster en Políticas Públicas de Harvard.

Los ensayos, como las postulaciones a becas, prácticas y fellowships son tediosos. Pueden ser estresantes, deprimentes. Pero hay que hacerlos. Algunos requieren pasos que en sí requieren más pasos previos; otros piden cartas de recomendación, currículums actualizados (en inglés); envíos por correo en físico en fechas imposibles (puede que encuentres una beca que vence pasado mañana).
Pero hay que hacerlos.

Una buenísima web es FastWeb, donde te suscribes a diferentes ofertas de becas. El Fondo Rowe de la OEA es magnífico: préstamos de hasta 15 mil dólares SIN interés a países miembros, con la condición de tener un garante en los Estados Unidos y firmar un contrato que te exige volver a tu país luego de tus estudios durante dos años, luego de los cuales eres libre.

Yo cubrí mis costos de esta manera: primero postulé a Columbia en 2008, en marzo de 2009 me enteré que ingresé. Al no poder pagar en ese momento, hice un pesado trámite pidiendo reserva de matrícula. Cuando me fue aprobado, con la carta de aceptación de Columbia en la mano me dediqué a pedir dinero. Perdí la opción de la codiciada Beca de la OEA porque confundí los plazos: no importa lo que dice en la web de la OEA, el plazo que manda es el de la institución administradora de cada país. En el caso de Perú, OBEC.

Postulen. Y aquí un mito que vale desterrar: muchos dicen que la OEA otorga “una beca” por país, lo cual es falso. Este año se dieron en promedio tres becas por país.

Entonces, postulé a la Beca Fulbright. Ya que en lo académico no es mi fuerte, me enfoqué en resaltar mi experiencia profesional, y presenté un buen caso al momento de la entrevista personal, que se da frente a unas cinco o seis personas. Recalqué que quería estudiar periodismo en Estados Unidos para ayudar a mejor la prensa en el Perú. En esencia fui sincero.

La llamada me llegó una mañana. “Sí pues, te hemos dado la beca”, recuerdo que me dijo Marcela Harth, como quien me decía que está lloviendo afuera.

Con la Fulbright y mi carta de admisión, empezó el calvario de pedir beca en Columbia. Fulbright es un nombre que en el Perú suena pero no tiene la misma repercusión que en el exterior. En Estados Unidos, la presentación de Fulbright me abrió puertas, en algunos casos demasiadas, ya que no pude aprovechar todas las oportunidades que se presentaban al mismo tiempo.

Y he aquí una de las cosas maravillosas de Columbia. La universidad premia tu esfuerzo. Se me otorgó una beca que cubría una buena porción de mis gastos, aunque insuficiente. Ya llegado a Estados Unidos, se me anunció que la beca se me cambiaba por otra que era casi el doble de lo que anteriormente tuve, gracias a la Scripps Foundation: la Jack R. Howard International Fellowship. Por ahí me verán en el banner junto a María Alejandra Pautassi, mi gran amiga de Colombia y Elliott Ross, joven reportero de The Guardian.

Con la Beca Fulbright, la Beca Jack. R. Howard, un préstamo de la OEA, algo de ahorros y varios préstamos menores de amigos y familia, así me fui a Columbia.

Dejo el tema de mi vivienda para un siguiente post

Publicado por:

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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