Operación “Salvar El Nuevo Diario de Nicaragua”

Por Esther Vargas

Publicado el 12 de mayo del 2011

Foto: La Prensa de Nicaragua

En Facebook, la escritora nicaragüense Gioconda Belli reveló a sus lectores de diversas partes del mundo lo que es “Operación Salvar El Nuevo Diario”. Ella y decenas de ciudadanos de Nicaragua  discuten y buscan  ideas novedosas, creativas y prácticas para salvar este medio de las garras del gobierno. Se ha creado un grupo en la red social para tratar el tema y no se pierde la esperanza.

Pero, ¿qué está pasando? La venta del rotativo debido a la crisis financiera está confirmada. El mismo medio ha publicado un comunicado. El problema es que el principal interesado es la familia presidencial Ortega-Murillo.

Francisco Chamorro, director de El Nuevo Diario, ha dicho que además del Gobierno un grupo económico está interesado en comprarlo y “que harían todo lo posible para vender a la empresa privada”. Sin embargo, la mejor oferta es la oficial.

Se dice que la venta de El Nuevo Diario será por 12 millones de dólares y que esta cifra podría subir, debido a la ‘urgencia’ de obtener este medio antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

INCERTIDUMBRE

“Día aciago para mi país”, publicó en su perfil de Facebook la escritora Belli,  tras agregar: “Hemos perdido un medio de comunicación escrito que nos acompañaba desde los 80: El Nuevo Diario será vendido a la familia Ortega-Murillo. El cerco es cada vez más apretado”, señaló. El blog que tenía en END será mudado a otro medio.

Una de las cartas remitidas al director del diario:

Managua, 11 de mayo de 2011

Licenciado Francisco Chamorro
Sub director
El Nuevo Diario

Estimado señor Chamorro:

Junto con toda la ciudadanía hemos conocido de la difícil situación financiera del periódico, debido a varias razones, entre ellas la realización de acciones de parte del estado. El día de ayer nos hemos enterado de la presunta venta del mismo a la familia Ortega-Murillo.
El Nuevo Diario es un medio de comunicación que es parte del patrimonio intangible del pueblo nicaragüense en su lucha por la libertad de expresión, de comunicación, de información.
Un periódico no es sólo una empresa, son sus periodistas y sus lectores, son su dirección y su línea editorial, es su historia y su consecuencia.
El contexto político nacional de los últimos años se ha caracterizado por la realización de acciones para negar la libertad de asociación y la libertad de expresión. Sectores ciudadanos que día a día luchan por los derechos, la pluralidad política y social, con el fin de que se respete la diversidad y se impida la homogenización pretendida desde el poder, ha tenido en los medios de comunicación independiente a aliados estratégicos indispensable, por hacer de Nicaragua un país abierto, respetuoso de los derechos humanos y con un sistema político que nos integre a todos.
El artículo 19 de la Declaración universal de los derechos humanos y del Pacto de Derechos civiles y políticos ha establecido la libertad de expresión como un derecho que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole.
Es eso lo que perderíamos si El Nuevo Diario es vendido a una fuerza empresarial enquistada en el estado, que utiliza los medios públicos para coaccionar, imponer y reprimir a quienes no piensan como ellos o no aceptan someterse a sus designios.
El Nuevo Diario tiene la obligación de mantener la reciedumbre de Pedro Joaquín Chamorro y de su primer director, Javier Chamorro Cardenal. Aceptar vender el periódico a quienes no sólo son responsable de la quiebra del mismo, sino de la situación de caos institucional en Nicaragua, es traicionar la memoria de ambos.
Venderle el periódico a quienes son directamente responsable del rumbo incierto del país es traicionar la confianza del pueblo de Nicaragua y dañino para la credibilidad política y es también un acto de deslealtad para las mujeres y hombres de prensa que han puesto sus mejores esfuerzos para reflejar la pluralidad de voces e incluso se han arriesgado, para darle al pueblo de Nicaragua la información que desde el poder se le niega.
La presunta red que emite cédulas falsas, los abusos en el Consejo Supremo Electoral, el mal manejo de los recursos públicos, el despilfarro y apropiación privada de los bienes nacionales, la realidad de la violencia contra las mujeres, el déficit democrático del país, entre otras muchas noticias han sido puesta en conocimiento del pueblo por la voluntad política de informar la verdad que se pretende ocultar y por el valor y profesionalismo de sus periodistas.
Ese sería el caudal que se perdería.
Quienes firmamos esta carta somos personas que creemos que Nicaragua necesita del concurso de todos y todas para realizar la apertura democrática e impedir la instauración de una nueva dictadura en el país.
Venderle el periódico a la familia Ortega Murillo es poner una piedra más para construir el puñal con el que se quiere acabar con la libertad de expresión.
Le recordamos que la libertad de expresión es un derecho humano, es fundamental para la convivencia pacífica e implica libertad individual e igualdad. Nos da la posibilidad de involucrarnos en las amplias luchas políticas y sociales, brindándonos la posibilidad de reivindicar además, el espacio público, como el lugar desde el cual podemos, no sólo informarnos, sino fiscalizar al poder, evitar la corrupción y exigir la transparencia y la rendición de cuentas claras, haciendo con ello construcción de ciudadanía.
Por coherencia y lealtad política consciente, para con el pueblo de Nicaragua y los periodistas del medio, no vendan el periódico a la familia responsable de la situación de retroceso democrático del país y con el pueblo busquemos una solución a la crisis financiera del periódico.

El diario aún no se ha vendido.  El 12% de las acciones pertenecen desde los ochenta a los comandantes sandinistas Tomás Borge y Bayardo Arce, actual embajador en Perú y asesor económico de Ortega. Vender el medio a la familia de Ortega significa tener el control de un medio crítica.

La incertidumbre permanece. Se dice que la primera dama y portavoz oficial del gobierno, Rosario Murillo, negocia la posible compra del matutino.

Publicado por:

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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