A menudo me preguntan si es necesario tener una cuenta personal y otra profesional en Twitter. Alumnos y colegas temen que sus comentarios irrelevantes o ‘violentos’ en Twitter terminen por complicarle la vida en las organizaciones donde laboran. Otros me dicen que se sienten observados por la ‘audiencia’ y la competencia, y no son pocos los creen que sus tweets pueden ser tomados por un medio como parte de una nota periodística como ocurrió en Perú hace unos meses.

Lo primero es ser responsable de lo que decimos en Twitter. No debemos soltar rumores  -tema del que ya hemos hablado aquí-, y tendríamos que guardar cierta prudencia a la hora de expresarnos en temas polémicos, lo cual no significa que dejemos de opinar.

Este punto parece ser el más problemático. Los periodistas acusan sin pruebas en Twitter (los políticos son los ‘blancos’ favoritos) quizás porque se lo toman a la ligera. Hace algunas semanas en una redacción peruana se conversó sobre el tema. Existía preocupación entre los jefes por lo que decían sus periodistas en la red de microblogging. Al parecer, uno de los políticos afectados por comentarios “agresivos” llamó a uno de los pesos pesados del medio para quejarse. Hubo una reunión. La mitad de los convocados consideró que era preciso tener un manual. El resto no se puso de acuerdo. Finalmente, se optó por observar a los periodistas y tomar una decisión en las próximas semanas, al término de las elecciones. Uno de los jefes dijo: “¿No será demasiado tarde?”. (Fui autorizada para contar la anécdota con el compromiso de no revelar el nombre del medio, donde vale la pena remarcar no laboro).

En una redacción brasileña se jaló las orejas a un periodista que se peleó con otro colega en Twitter. El amonestado se lamentó de haber quitado el candadito a su Twitter. Y en Argentina se preguntó a un periodista porque hacía RT a la competencia. El tono de su jefe no fue el más amable. El editor general de un medio digital latinoamericano se cuestiona a diario por qué sus redactores son tan groseros en Twitter. A veces -me dijo- se avergonzaba de lo que decían sus muchachos. “Yo creo que deberían tener una cuenta para las majaderías y otra para lo serio”, sugirió.

Un periodista puede tener una sola cuenta en Twitter. No hay razón para atemorizarse por cuestionamientos y llamadas de atención, pero sí hay que aprender a cultivar el criterio y el sentido común. No es tan complejo.

¿Lo que twitteaste serías capaz de decirlo en la radio donde laboras?

¿Lo que twitteaste lo publicarías en tu diario?

¿Lo que twitteaste lo incluirías en tu nota de la televisión?

¿Lo que twitteaste lo desarrollarías en un post?

CUENTAS ESPECÍFICAS

Es preciso considerar que si tienes un proyecto profesional como una web, eres dueño de una empresa o diriges una ONG lo más recomendable es que crees cuentas específicas. Si posees una gran cantidad de seguidores no será tan difícil llevar a muchos de ellos a la nueva cuenta. De todas formas, es preciso tener paciencia y constancia.

Publicado por:

Esther Vargas

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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