Hace una semana comenzó el curso on line “El desafío y las oportunidades del periodismo digital” en el Centro de Periodismo Digital de Guadalajara, dirigido por James Breiner. Si hay una palabra para resumir lo que 50 periodistas -entre redactores y editores de la región- vienen discutiendo en los foros esta será frustración. En mi opinión, esa sensación es buena y mala.

Que los comunicadores se sientan frustrados por lo que pasa en sus medios es una señal positiva, pues podríamos pensar que con el interés (que existe), el conocimiento adquirido y las capacitaciones futuras no nos quedaremos con los brazos cruzados sino que encabezaremos el cambio en nuestras organizaciones. Al menos, hasta donde se pueda. Y es malo porque -en ocasiones- resulta desmotivador ser parte de un barco que no avanza… con pasajeros y tripulantes que se han resignado a vivir en el pasado. Por suerte, hay experiencias de progreso también, iniciativas loables que seguro James difundirá en su blog.

Cada periodista elaboró un artículo sobre lo discutido en la primera semana de clases. Yo decidí centrarme en el cambio. A menudo se dice que el medio debe cambiar para que los periodistas se transformen. En mi opinión el primer paso lo deben dar los profesionales. Aquí va el texto que escribí con algunas acotaciones y enlaces:

La apatía que padecen ciertos periodistas es paralizante y nociva para este oficio que constantemente es cuestionado y puesto en debate. Por eso, los que no estamos en la orilla de la espera y el aburrimiento tenemos el deber de contagiar de entusiasmo a nuestros colegas, y de propiciar cambios en las redacciones en las que laboramos.

No se puede esperar que el medio cambie. Primero debemos cambiar nosotros.

Y hay, por lo menos, cinco cosas que debemos entender:

1. Los periodistas ya no somos los únicos proveedores de noticias. Nos movemos en un escenario feroz en el que ciudadanos llamados bloggers generan información, y a veces -demasiadas veces- información de valor.

2. La audiencia quiere conversar, y el periodista no. Es momento de abrir o buscar espacios donde podamos encontrarnos con nuestros lectores. Es una oportunidad única. Antes teníamos que esperar una llamada o las cartas que llegaban a la redacción. Hoy, simplemente, debemos entrar a las redes sociales, y algo obvio pero necesario de acotar: leer los comentarios que nuestras notas generan en las versiones on line de nuestro medio.

3. Internet no ha arruinado el periodismo. Internet nos brinda herramientas para hacer mejor nuestro trabajo como dijo Ramón Salaverría en este post.

4. Los diarios deben generar más contenido propio para marcar la diferencia. Necesitamos dosis de creatividad para ofrecer contenido de valor. El lector debe hallar en nuestras páginas lo que no encuentra en Google, lo que no se ha dicho en Twitter o Facebook. ¿Podemos hacerlo?

5. No podemos seguir esperando que nuestros medios nos capaciten. Los mismos periodistas deben salir a buscar formas de aprender.

¿Y ustedes qué piensan?

Enlace de interés:

¿Por qué los periodistas merecen ganar poco?