Si todavía no conoces Fusil de Chispas espero que este post te invite a hacerlo. El autor es Cristian Cambronero, periodista de Costa Rica, que encontró en el blog el lugar perfecto para contar historias, hablar con los lectores, irritar a los que hacen mal las cosas en su país, informar, exponer la cultura web y divertirse. Cristian acaba de ganar el Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez 2009, un reconocimiento inédito para un blogger en la historia de su país.

El jurado, compuesto por 3 periodistas costarricenses, consideró que Fusildechispas.com es “un gran ejemplo de periodismo 2.0 y de generación de opiniones y reacciones desde la web”. El fallo califica al proyecto además como “un trabajo personal llevado a cabo con imaginación, firmeza y perseverancia”.

A Cristian le pregunté para qué sirve un blog en manos de un periodista. Y me escribió un post.

Creced y comunicaos

Alguna teoría añeja, o la simple costumbre, decía que el reportero no debía soltar nunca el micrófono. Que un entrevistado se hiciera con el aparato era pecado mortal: el reportero quedaba desnudo, indefenso a merced de la voluntad de la fuente que podía extenderse sin que hubiera forma de silenciarla. Soltar el micrófono era perder el control.

Un buen día, difícil de precisar, nos cayó encima una plaga de micrófonos en la forma de computadoras, smartphones, cámaras y video digital; y el don -otrora casi divino- de generar y controlar los procesos de comunicación y el ejercicio de informar, se multiplicó como los panes y los peces. La información podía surgir de cualquier parte y conseguir tanto eco como el que alcanzaba cualquier medio de comunicación tradicional. El periodista perdió el control, que ahora está más distribuido que nunca.

En este vértigo que nos ha tocado vivir, los periodistas no hemos sido precisamente destacados punteros. Tampoco la academia, ni las empresas de medios. Es la gente la que va adelante, haciendo camino al navegar. La gente nos sorprende con apropiaciones y usos insospechados de las herramientas online, con reacciones espontáneas y capacidad de organización por medio de las redes sociales, con modificaciones a los gadgets para adaptarlos a necesidades específicas, con los mashups de contenido, la cultura libre…

¿Y los periodistas? Vamos detrás, en el pelotón, en un esfuerzo continuo de aprendizaje para aguantar el ritmo de los nuevos tiempos y nuevos medios. Y es justo eso lo que convierte a este contexto actual en un reto tan apasionante: el permanecer vigentes con creatividad para afrontar la creatividad, aprovechar las nuevas formas de interacción, potenciar la participación, abrir los ojos y los oídos, en lugar de cerrar las puertas. Ya no nos toca defender -ni imponer- el micrófono. Somos un participante más en una conversación de miles, e idealmente seremos generadores de nuevas conversaciones en lugar de predicadores de discursos verticales.

Para eso sirve un blog en manos de un periodista hoy. Para eso sirven los medios sociales, un inbox público y abierto, donde los ciudadanos pueden leer lo que el periodista dice y lo que le dicen; lo que piensa y lo que le comparten; lo que le inquieta y lo que se le critica. Es una herramienta al servicio de la nueva objetividad, que es la transparencia de quien informa, como dijo Weinberger. Es comunicación pura: gente hablando con gente, como habla la gente.

Enlaces de interés:

Cuando Cristian se cayó de culo aquí.

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