En las redacciones siguen pasando situaciones absurdas. Lo conversaba con colegas de varios países: editores desesperados por ‘volteadores de notas’, practicantes que hacen copy paste de cables de agencias de noticias y llenan páginas para cerrar temprano. La jornada avanza rápida y sin sobresaltos. El producto: mediocre, pero ni más ni menos que el promedio nacional. Pasa. Y todos se van de la oficina temprano.

Son estos editores los que miran con asombro cómo se asigna personal, recursos y esfuerzo a las redes sociales de los diarios. Creen que twittear o alimentar el Facebook es una tarea estática que se resuelve linkeando lo primero que se encuentra en la web. No se les ocurre pensar que los seguidores de estas redes son lectores –del on line y también del impreso- que de acuerdo con el nuevo perfil generado por Internet y las herramientas tecnológicas son capaces de crear contenidos, de brindar información y de contribuir a un mejor enfoque de las noticias.

Los que se han involucrado en la tarea tienen claro que el periodismo actual no es, ni por asomo, voltear notas ajenas, fabricadas en serie y sin matices. Generar contenidos propios, y de valor es el reto, y Twitter y Facebook son dos potentes aliados para ello. No los únicos, claro está. Pero sí importantes espacios para el debate y la creación de contenidos.

Jean François Fogel, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, arrancó ayer un seminario destinado a analizar las oportunidades de innovación y calidad en los medios tradicionales, donde describe un nuevo escenario digital, en el que justamente emergen nuevos roles y perfiles profesionales, como los responsables de “atender a la audiencia” en la redacción, o de “vigilar la web de manera continua”.

¿Son capaces los editores que buscan ‘volteadores de notas’ de comprender que el periodismo ha cambiado, y que el redactor o editor que está pendiente de lo que se dice en Facebook o en Twitter está cazando ángulos noticiosos, tendencias y enfoques? Lamentablemente, este editor -anticuado e incapaz de capacitarse por sus propios medios- saldrá al frente para guerrear y decir que los periodistas detrás de las redes sociales solo están perdiendo el tiempo, distrayendo esfuerzos y generando falsas expectativas. Este editor no se abre al debate. Este editor no curiosea en la red para ver qué está pasando. Este editor solo busca VOLTEADORES DE NOTAS, con carácter de urgencia.

Publicado por:

Esther Vargas

Periodista. Directora de Clases de Periodismo y La Ruta del Café Peruano. Consultora en Social Media. Editora web del diario Perú21 del grupo El Comercio de Perú. Especialista en periodismo digital, comunicación digital y social media.

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